Un perrito mexicano comió sin querer una galleta con marihuana y terminó completamente drogado.
“Peanut”, que pesa sólo tres kilos, aprovechó el descuido de un amigo de sus dueños y se devoró la galleta preparada con cannabis y chocolate.
El dueño tuvo que llevar al can inmediatamente al veterinario. Los doctores le dijeron que no era la primera vez que atendían a un perro drogado. “En general, Peanut es un perro feliz, pero definitivamente esta marihuana lo hizo paranoico”, dijo el hombre y añadió: “además de no poder mantenerse de pie, temblaba mucho y tenía miedo. Pobre. Lo mantuvieron en observación unas 10 horas, le indujeron el vómito y le dieron una especie de carbón que absorbió el resto”