¡No hay como dormir en cama propia! Cuando lo hacemos en un espacio ajeno no descansamos de la misma manera. ¿Por qué nos pasa esto?
Según unos investigadores, cuando dormirmos en un lugar extraño, durante la primera noche, el hemisferio izquierdo del cerebro permanece en estado de vigilia mientras el otro duerme. Esta explicación surge luego de haber estudiado el sueño de 35 personas saludables.
Este tipo de sueño se corresponde con una especie de “guardia nocturna”, explica la revista Time.
“El ambiente es tan nuevo para nosotros que necesitamos un sistema de vigilancia para que podamos monitorear los alrededores y detectar cualquier cosa inusual”, explica Masako Tamaki, uno de los investigadores.
El “efecto de la primera noche” también provoca que el hemisferio izquierdo reaccione inmediatamente a sonidos muy agudos, haciendo que las personas se despierten facilmente. El cerebro estaría permaneciendo atento a sonidos que podrían representar una amenaza, al igual que lo hacen algunos animales, como los delfines y los pájaros, por si aparece algún depredador mientras duermen.
Sin embargo, los investigadores no descartan la posibilidad de que, al igual que el cerebro del delfín, el sistema de alerta humano intercambie información entre ambos hemisferios durante la noche.
También señalan que quienes tienden a dormir en lugares diferentes de forma constante podrían no ser sensibles a este efecto, ya que gracias a la flexibilidad del cerebro, sus sistemas podrían haber llegado a acostumbrarse a la variación.
