Un alimento se puede considerar funcional si se demuestra científicamente que beneficia a una o varias funciones orgánicas, que mejora el estado general de la salud y que reduce el riesgo de padecer enfermedades. En esa línea y según la misma Sociedad Argentina de Nutrición (SAN)cuenta con todos los avales.
Los beneficios del té verde
Horacio Bustos, sommelier y director de Gyokuro Círculo Argentino del Té -declarado de interés cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación Argentina expresó: “Es cierto que el té verde aporta muchos beneficios, pero poco se sabe sobre cómo preparar un té”.
Un estudio publicado por el Journal of Agricultural and Food Chemistry concluyó que el té verde mejora la digestión por su elevado contenido en catequinas, una sustancia que aumenta la actividad de la pepsina, que es una enzima digestiva que ayuda a descomponer las proteínas en el estómago.
“Uno de los principales efectos que tiene el té verde es la de disminuir el colesterol, inhibiendo la lipasa intestinal y disminuyendo la absorción del colesterol en la dieta”, explicó Yamaguchi. “Una parte importante de la preparación del té verde es la temperatura: no debe superar los 85 grados. Tampoco hay que calentar las hierbas más de dos minutos”, dijo el sommelier Bustos.
Beber té negro (otro derivado de esta infusión) diariamente es un método muy eficaz para prevenir el riesgo de fracturas óseas en mujeres de edad avanzadas. Esta es la conclusión a la que llegó el Congreso de la Sociedad Americana de Investigación Ósea y Mineral, que consistió en analizar las respuestas de casi 1200 mujeres. Tras 10 años de seguimiento, lograron observar que el consumo de esta infusión favoreció a que este grupo femenino tenga menos riesgo de sufrir fracturas óseas.