Por primera vez, se reconocen como delitos de lesa humanidad a crímenes previos al golpe del ’76

El fallo del Tribunal Federal 1 de esta ciudad en la megacausa La Perla -en el que dictó 28 perpetuas, cinco absoluciones, además de otras diez condenas- es el primero en la Argentina que reconoce delitos de lesa humanidad antes del golpe militar del ’76 y deja una puerta abierta para que se investigue las responsabilidades del gobierno democrático de Isabel Perón.

El tribunal presidido por Jaime Díaz Gavier rechazó el pedido de prescripción de los imputados por tratarse de delitos anteriores al golpe de Estado. El fiscal Facundo Trotta, uno de los que actuó en proceso que insumió casi cuatro años, subrayó que es la primera sentencia en el país que reconoce la existencia del terrorismo de Estado en democracia.

“El fallo da por probado el robo de bebés como parte del plan sistemático instrumentado y también la existencia de violaciones y abusos”, agregó y adelantó que elevarán a la Fiscalía de Instrucción los antecedentes acumulados para que en esa instancia se determine si la ex presidenta Isabel Perón tuvo responsabilidades.

También al abogado de familiares y víctimas, Claudio Orosz, coincidió en mostrarse “satisfecho” con la sentencia y destacar que el pronunciamiento en este caso “demuestra que fue una barbaridad” la sentencia de la Sala III de la Cámara de Casación Penal de inicios de junio que rechazó la perpetua a tres militares por fusilar a 14 personas y sostuvo no se trata de delitos de lesa humanidad porque los hechos ocurrieron durante un gobierno democrático.

Para Orosz también el asesinato del diputado Rodolfo Ortega Peña por parte de la Triple A en julio del ’74 debe ser considerado “delito de lesa humanidad”.

Los fundamentos del fallo de la megacausa se conocerán el 4 de octubre; hoy fue seguido por unas 10.000 personas que se convocaron en la puerta de los Tribunales Federales donde -antes y después de la lectura- hubo discursos de referentes de organismos de derechos humanos, madres y abuelas.

Entre las cadenas perpetuas dictadas para 28 acusados de delitos en los centros de detención clandestina de La Perla, Campo la Ribera y el D2, figuran el ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez (por primera vez juzgado también por el robo de bebés); Héctor Pedro Vergez y Ernesto “Nabo” Barreiro, quien recibió su primera sentencia a perpetua por crímenes de lesa humanidad.

La misma pena recibió Carlos Yanicelli, ex jefe de la D2 de la Policía de Córdoba. Jorge González Navarro, Herminio Jesús Antón, Calixto Flores, Héctor Romero, Arnoldo López, Ricardo Lardone, Carlos Díaz, Miguel Ángel Gómez, José Herrera y Eduardo Grandi también fueron condenados a perpetua al igual que Ernesto Padován, Jorge Eduardo Gorleri, Jorge Acosta, Héctor Hugo Chilo, Luis Martela, Luis Gustavo Diedrichs, Alberto Luis Choux, Alberto Lucero, Yamil Jabour, Marcelo Luna y Juan Molina.

El tribunal aceptó el pedido de los fiscales de “revisar” -“no anular”, aclaró Trota- la prisión domiciliaria de la que gozan 20 de los acusados.

SATISFACCION Y PROVOCACION

Cuando concluyó la lectura de la sentencia y tanto en la sala como en las afueras del edificio empezó el canto “o la lá a donde vayan los iremos a buscar”, el condenado a perpetua Arnaldo “Chubi” López levantó amenazante el brazo y señaló al gobernador Juan Schiaretti quien presenció la audiencia sentado al lado de Sonia Torres, presidenta de Abuelas Córdoba.

“Las abuelas no buscamos venganza sino justicia” dijo Torres y, muy emocionada, le habló a su hija Silvia y a su yerno Daniel: “A donde quiera que estén les cuento que he recorrido la mitad del camino y esta sentencia me recarga las pilar para seguir buscando a mi nieto. Cuando él conozca su identidad, conocerá también la libertad”.

La hija de Sonia parió en cautiverio y a los tres días el bebé desapareció. Estela de Carlotto estuvo en el tribunal; al igual que Cecilia Pando, dirigente de la Asociación Derechos Humanos Para Todos, con quien tuvo un altercado antes de empezar la audiencia.

Pando la interceptó y empezó a decir “juzguen a todos”. Carlotto respondió: “Esto es muy triste, no tendríamos que haberlo vivido. Busquen el camino”.