Cuando encendí la tele y vi que estaban reprimiendo en la ruta 197 (la Gendarmería sacó a patadas en el orto al Partido Obrero, como bien merecido lo tienen), sentí por primera vez que cada peso de los impuestos que pago tiene valor. Quiero felicitar, aunque la insulté un año y medio, a Patricia Bullrich. Al fin se decidieron.
Los que votamos a Macri no queremos más a los kirchneristas, ni a los piqueteros, ni al Partido Obrero, ni a los desestabilizadores, ni a la CGT, ni a ningún sorete de estos que viven desestabilizando a los gobiernos democráticos, como hicieron con Alfonsín, De la Rúa y Macri. ¿Todavía no se enteraron que Cambiemos ganó por mayoría? Y es más, ¿no vieron el sábado la marcha multitudinaria, sin ómnibus, sin choripán, sin prebenda, sin planes, sin plata, de gente que apoyamos a Macri?
La Gendarmería sacó a patadas en el orto al Partido Obrero, como bien merecido lo tienen
¿Tanto les cuestas darse cuenta que perdieron, que la gente no soporta más los piquetes, que cada palazo en el lomo de esta gente nosotros lo disfrutamos y cantamos ‘gol’ en casa? Porque estos tipos nos cagaron a palazos durante doce años el auto, las posibilidades de laburar, de estudiar. ¿Pagamos impuestos para que estos tipos vayan con las banderas esas del orto a cortar Panamericana?
Hoy estamos muy felices, por lo menos en lo que a mí respecta, que voté a Macri. Cada vez que veía que bajaba un machete de la Gendarmería, yo ponía el himno nacional. Es duro decir esto, es jodido, por supuesto, pero es más jodido lo que vivimos durante doce años, que nos rompieron las pelotas sistemáticamente.
Cada vez que veía que bajaba un machete de la Gendarmería, yo ponía el himno nacional
Imaginate vos cómo debe estar la mujer del tipo que murió en la ambulancia que no pudo pasar por los piquetes de esos reverendos hijos de puta. Imaginate cómo debe estar el pobre tipo que iba a laburar y le mearon el auto, se lo cagaron a palazos, se lo rompieron todo… imaginate cómo debe estar la gente a la que le entraron a afanar, le violaron a las hijas, les prendieron fuego. Imaginate cómo debe estar la gente que dejó la casa 24 horas, se la tomaron y no la recuperaron más.
Pero sí, nosotros lo votamos, lo votamos no porque nos caiga simpático Macri, ni porque nos guste la ‘hechicera’, ni porque seamos felices con Antonia: lo votamos para ver esos palos. Al fin vimos los palos, al fin vimos que los están cagando a patadas en el orto. Y los que se preguntaban esta mañana en la tele, ‘¿hacía falta reprimir?’… Sí, te lo contesto yo, sí, porque sabés qué pasa, esos alcornoques no entienden más palabras que el golpe, porque son bestias, porque ellos se manejan con el golpe, porque cuando pasás te cagan a trompadas, te escupen y te mean, porque ese es el diálogo de ellos. No entienden diálogo.
Al fin vimos los palos, al fin vimos que los están cagando a patadas en el orto
Hay una generación argentina que está podrida de las mentiras de los Kirchner, de las mentiras de los progres, de los populares. Estamos hartos chicos, tenemos los huevos por el piso… gracias a Dios que hoy reprimieron, porque sino iba a pasar algo peor, los camioneros en pedo van a seguir llevándose puestos manifestantes, y van a morir por culpa del Polo Obrero, de Baradel, por culpa de todos estos hijos de puta que viven instigando a la violencia.
Queremos un país pacífico, más vale un palo bien dado. Es como los chicos, un cachetazo pegado a tiempo los saca de la droga, del afano, de la calle. Un correctivo. No digamos violencia, violencia es lo que hicieron ellos, violencia es llevarse la plata de los pobres, violencia es afanarse el país, violencia es castigar a los periodistas y actores que porque no pensaban igual y no pudieron laburar, violencia es castigar a todo el mundo y tratarlos de fachos, gorilas, misóginos, eso es violencia. Esto es una pavada, es un hecho callejero. Este es el Macri que yo voté, decime facho, gorila, hijo de puta, sorete, pero yo estoy feliz. Después de 14 años, hoy es el primer día que respiro ganas de pagar los impuestos. Este es el país que yo necesitaba.
Editorial emitida el jueves 6 de abril de 2017 en AM 710, Radio 10