“No sé si es tan grave. Simplemente no está bien. Pero tampoco es para tirarse de los pelos”, comentó ayer el manager de River, Enzo Francescoli, sobre la actitud de Andrés D’Alessandro durante el clásico que River perdió con San Lorenzo, a quien se lo vio utilizando su teléfono móvil en pleno partido una vez que había sido reemplazado por lesión.
La actitud del enganche se transformó en tema de discusión porque es acaso el máximo referente del plantel y porque ocurrió en el momento más crítico del equipo a nivel deportivo en una semana en la que mucho se habló sobre jugadores acusados de falta de profesionalismo.
El dirigente uruguayo, si bien intentó desdramatizar la escena, luego comentó: “Si después se lo ves a un chico de 20 años, tampoco se lo podés corregir”.
