Investigadores de la Universidad de Sussex, Reino Unido, y de la Universidad de Ryerson, Canadá, llevaron a cabo un experimento, en el cual los participantes jugaban “piedra, papel o tijera” contra un ordenador. El programa elegía una de las tres opciones al azar, mientras que la gente se comportaba de manera diferente y fue sometida a emociones.
Así, en caso de empate, entre los jugadores fue notada la tendencia a elegir “papel” justo después de “piedra”. Desde luego, en caso de una victoria, continuaron mostrando la misma combinación ganadora, y en caso de fracaso, cambiaron “piedra” por “tijera'”. Al final resultó que, la mayoría de los participantes mostraron “piedra” más a menudo.
“Estratégicamente, los jugadores dependen de una experiencia negativa”, señalan los investigadores. Según ellos, en caso de fracaso, los participantes empiezan a cambiar su estrategia sin pensar.