Al cumplirse ayer 10 años de la desaparición de Julio López, el reclamo por su caso se hizo sentir en Plaza de Mayo y en La Plata, con sendas marchas en las que primó la exigencia de que se abran los archivos de inteligencia para poder saber que fue lo que pasó con el testigo, desaparecido cuando iba a escuchar los pedidos de prisión perpetua contra Miguel Etchecolatz en un juicio por delitos de lesa humanidad.
El pedido de apertura de los archivos de inteligencia se hizo sentir en las manifestaciones, encabezadas por familiares del albañil y agrupaciones de izquierda.
“Para poder avanzar en saber qué pasó con Julio hay que abrir todos los archivos de inteligencia que están en poder del Estado y que permitirían ayudar a conocer no solo qué pasó, sino cómo fue orquestada la cadena de encubrimientos e impunidad todos estos años. Si esto no ocurre, la sanción de la ley de acceso a la información pública se mostrará como una gran hipocresía”, reclamó Myriam Bregman, diputada del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), quien participó de la marcha que se desarrolló en La Plata, desde Plaza Moreno hasta la sede de la Gobernación, bajo la consigna “pasan los gobiernos, sigue la impunidad”.
Rubén López, hijo de Julio, afirmó, en diálogo con la señal de noticias TN, también en la marcha de La Plata: “Ellos [por los fiscales] dicen que no lo pusieron bajo protección porque se les escapó la tortuga, no se dieron cuenta. La Justicia no responde por qué no lo cuidó ni por qué no lo encuentra. No se termina de entender”, expresó en diálogo con TN, desde la manifestación de La Plata.
En Plaza de Mayo, cerca de las 16, centenares de manifestantes de organizaciones sociales, Madres de Plaza de Mayo y agrupaciones de izquierda se agruparon y repitieron la exigencia de “apertura de todos los archivos de inteligencia” para ayudar a esclarecer el caso.
