Por Cristileaks, la investigación que divulgó Jorge Lanata el domingo en PPT, el fiscal Guillermo Marijuán pidió la indagatoria de Cristina Kirchner y Axel Kicillof por encubrimiento y omisión de denuncia por intentar esconder giros millonarios en el exterior de socios y financistas vinculados a los Kirchner.
La solicitud judicial incluye también la prohibición de salir del país para la expresidenta y el exministro de Economía. Se espera la resolución del juez Sebastián Casanello ya que esta causa, donde intervino la PROCELAC para recuperar información de un disco, es conexa a “la ruta del dinero K”.
En la causa está implicada además Angelina Abonna, la extitular de la Procuración del Tesoro Nacional, a quien se responsabiliza de borrar la información vinculada a 123 cuentas en el exterior. Carlos Balbín es el actual Procurador del Tesoro. Fue él quien, cuando asumió en diciembre, descubrió que faltaba una memoria con información. Eran los datos que provenían de un pedido que el fondo NML le hizo a la Justicia de EEUU.
QUÉ SON LOS “CRISTILEAKS”
Cristina ordenó que se ocultara información financiera que era clave en la ruta del dinero K. El objetivo fue tapar alrededor de 500 millones de dólares que se giraron al exterior a través de decenas de bancos internacionales. Fueron 7 las entidades internacionales que le dieron a la Justicia estadounidense información de las transacciones de personas allegadas a los Kirchner. También aparecen 123 firmas radicadas en el estado norteamericano de Nevada y administradas por una misma empresa madre: Aldyne.
QUIÉNES APARECEN EN LOS DOCUMENTOS
Martín Báez es uno de ellos. Según los archivos, movió 1 millón 300 mil dólares por el mundo. Jorge Chueco también está en los registro: hizo circular 228 mil dólares por cuentas de diferentes bancos. Ernesto Clarens, el financista de Néstor Kirchner, es otro de los que aparece en el informe. Junto con su hija, movieron más de 3 millones de dólares entre 2006 y 2014.