Tras la obligatoriedad de aceptar la tarjeta de débito como forma de pago -que rige desde el 1 de este mes-, desde las distintas cámaras de comercio de la provincia plantearon que se debería elevar el monto mínimo de compra, que es de 10 pesos. El reclamo radica en que las retenciones por tarjetas afectan a los comerciantes. Por ello, las ganancias son pocas o, incluso, rozan las pérdidas.
Insistieron, a la vez, en que el Estado debería hacer un relevamiento con el objetivo de detectar a los que no están en regla.
La nueva normativa es celebrada por las entidades que nuclean a los comerciantes, ya que aseguraron que se fomenta la competencia leal, aunque reconocen que no será fácil lograr que todos los locales cuenten con este sistema de pago de un día para el otro. Sumado a esto, hay zonas que se ven afectadas por la falta se señal de internet, lo cual interfiere en las operaciones.
A los que más les costará insertarse en el nuevo régimen serán los que todavía no estaban familiarizados con éste, ya que deberán solicitar un lector de tarjetas en una entidad bancaria y deberá abrirse una cuenta o conseguir un dispositivo de otra forma.
El cronograma fue fijado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) en febrero del año pasado. De esta manera, quedó establecido el uso de medios electrónicos como formas de pago a comercios, empresas, profesionales y monotributistas que vendan al consumidor final.
La normativa alcanza a las categorías de monotributistas A, B, C, D y E, y quienes no cumplan con la norma puede recibir multas de entre 300 y 30.000 pesos y clausuras de entre tres y diez días.