Cinco medallas de oro y una de plata es el saldo de la última participación de Michael Phelps en los Juegos Olímpicos. El tremendo nadador estadounidense acumuló así 22 doradas, tres plateadas y dos de bronce en toda su carrera. Un animal.
Pero cuando vuelva a su país deberá afrontar una gran injusticia: ¡pagar impuestos por cada logro! Los premios obtenidos por Phelps no están ajenos a la norma que regula los ingresos obtenidos en el extranjero, y los atletas de elite están obligados a pagar un 39,5% en impuestos.
Como el Comité Olímpico de Estado Unidos establece un pago de 25 mil dólares por cada oro, quince mil por cada plata y diez mil por cada bronce, la cifra que deberá pagar el Tiburón de Baltimore por sus seis medallas alcanza los 55.440 dólares.
Pero la cuestión económica no termina ahí, porque además los deportistas estadounidenses que quedan primeros o segundos deben pagar un impuesto específico sobre el valor de la medalla. Calculando que las medallas que se entregan en Río de Janeiro valen 564 dólares la dorada y 305 la de plata, MP deberá agregar 3.125 de la moneda de su país.