Pezzotta contó la apretada que sufrió dirigiendo River-Belgrano por la promoción

El árbitro del partido revancha con Belgrano se quebró por aquel momento.

El descenso de River en 2011 dejó huellas muy difíciles de borrar y superar para muchos. Y no solo para los hinchas y los futbolistas que ese día sufieron el peor día de sus vidas deportivamente hablando. También para Sergio Pezzotta, el árbitro del partido revancha con Belgrano jugado en el Monumental.

Hoy, cinco años después, Pezzotta lloró al recordar el penal no cobrado de Chiqui Pérez sobre Leandro Caruso que podría haber cambiado la historia y la posterior apretada de la barra en el vestuario. Lo hizo en una entrevista con el diario Clarín de la que también participó Guillermo Marconi, titular del sindicato de árbitros SADRA.

“La verdad es durísimo, cada vez que me acuerdo me mata. Pero son cosas que me tocaron vivir”, relató Pezzota a Clarín recordado aquella tarde en el Monumental. Y se quebró de verdad.

En el primer tiempo hubo un claro penal sobre Leandro Caruso que Pezzotta no sancionó, y así lo recordó: “Cometí un error, me equivoqué porque estaba mal parado. Vi que llegan los dos a la pelota, patean y chocan. Y no fue lo que realmente pasó. Caruso alcanza a tocar la pelota y Pérez se lo lleva puesto. Y yo cobré córner…”.

Ese penal no sancionado desató que en el entretiempo la barra de River se metiera en el vestuario del árbitro pidiendole a los gritos que cobrara un penal o no salía vivo.

El árbitro fue a fondo con la tensión que vivió: “En ese momento lo tomé con tranquilidad. La ficha me cayó cuando salí a la cancha. Obviamente sentí la presión, porque se te meten diez, doce tipos… El vestuario es muy chiquito en River. Abren la puerta, se mete uno y me dice: ‘Mirá que acá tenemos que ganar porque no va a salir nadie’. Todos de gorrita, ropa deportiva… lo que se ve en el video. Yo me paro en la puerta para que no se metan y les digo: ‘Muchachos tranquilos. Vayan que el partido está bien’, y cerré la puerta”. Pero cuando voy a arrancar el segundo tiempo es cuando digo: ‘¿Qué hago acá?’. Me quedé duro…”

Además, Pezzotta contó un diálogo con el arquero Juan Pablo Carrizo: “Hay un momento clave: viene el arquero de River y me dijo: ‘Mirá que fue penal’. Le respondí: ‘Carrizo, se me metieron doce tipos en el vestuario. Me mandaron a apretar’. Carrizo se dio vuelta y dijo: ‘Muchachos, con los referís nada, eh’ y seguimos jugando”.

Qué pasó después

Sergio Pezzotta nunca más dirigió a River. Pasaron cinco años y no volvió a ser designado. Quedó marcado. Y durante los meses siguientes al descenso la pasó mal.

“Yo saqué a mi familia de Rosario después del partido. La policía de Santa Fe la llevó a un hotel en Victoria (Entre Ríos) una semana por las amenazas telefónicas. El jefe de policia de Santa Fe me dijo que tenía inteligencia de que algo iba a suceder. Yo me quedé toda la Copa América internado en el predio de Instituto en Córdoa. Después, estuve dos meses con dos policías de civil en mi casa de Rosario”, relató con angustia.