Petra Kvitova volvió al tenis después de ser agredida con un cuchillo

Doble campeona de Wimbledon, pasó por una situación traumática, pero no se rindió; regresó en el Grand Slam parisino, ganó en el debut y empieza otra etapa en su vida

Faltaban pocos días para la Navidad 2016. Petra Kvitova, doble campeona de Wimbledon, pensaba que lo peor ya había pasado. Acababa de anunciar que no podría jugar la Copa Hopman, en Perth, por no haberse recuperado de una fractura por estrés en el pie derecho. Tenía que esperar unas semanas más para regresar al circuito. Nunca imaginaba que la inactividad se extendería hasta este domingo, casi a finales de mayo de 2017.
Cuando iba a ingresar en su domicilio en Prostejov, la checa, de 27 años, fue abordada violentamente por un desconocido. Con un cuchillo la atacó, le provocó heridas en varios dedos de la mano izquierda, consiguió entrar en el departamento y apenas se llevó 200 euros después de revolver a las apuradas el dormitorio. Para Kvitova, las horas siguientes fueron un tormento, que incluyó un paso de cuatro horas por el quirófano. Le suturaron los tendones de los dedos afectados. La lesión era seria para una persona común, pero tratándose de una deportista de alta competencia, la evolución fue menos problemática. Eso sí, se tenía que olvidar de jugar al tenis por 3 o 4 meses.

Fueron casi 5 en realidad. Rehabilitación y mucha terapia. Las imágenes del momento son difíciles de borrar. Salvando las distancias, muchos recordaron el ataque sufrido por la serbia Monica Seles en 1993, en Hamburgo, cuando el desquiciado Günther Parche, fanático de Steffi Graf, la atacó durante un partido, en un descanso, también con un elemento punzante y por la espalda. Seles, que era la 1 del mundo, jamás volvió a jugar como en sus mejores tiempos. A Kvitova muchos le dijeron que difícilmente podría retornar a los courts. Los dedos de su mano hábil habían sido afectados, pero mucho más su cabeza. Se propuso no rendirse.

 

“Estoy feliz por poder volver a una cancha, a pesar de que muchos creían que no lo haría. Sé que será un día muy especial”, había anticipado. Y lo fue. Por eso la sonrisa tímida cuando entró en la cancha central para inaugurar el torneo ante la norteamericana Julia Boserup. No había mucha gente todavía, pero para ella fue como si la Chatrier estuviera colapsada. Algunas miradas con su coach Jiri Vanek. y a jugar.

Se movió con soltura, sacó rápidas ventajas y eso la tranquilizó. Festejó varios puntos como si en rigor estuviese en etapas más trascendentes de un Grand Slam. Lo vivió de esa manera. Con angustia contenida que fue saliendo de a poco. Volver a disfrutar de lo que le gusta, sin plantearse demasiadas obligaciones. “Me habían sacado del tenis sin que yo lo eligiera y eso me afectó mucho”, reconoció. La victoria por 6-3 y 6-2 ayudó a que la satisfacción fuese completa. Dejó caer la raqueta, se quitó la vincha y estuvo al borde del llanto, bajo una garúa que ni siquiera notó. Se sostuvo mirando al palco, a todo su equipo: familia, amigos y entrenador, que se hicieron una camiseta especial con la leyenda “Valor, creer”. Vaya si lo tiene Kvitova. Volvió a sentirse una jugadora de tenis. Y dejar la enseñanza de que podrá perder partidos de tenis, aunque lejos está de resignar su espíritu.

Perdió Kerber, la número uno del mundo

La temporada de pesadilla de la número uno del tenis femenino, la alemana Angelique Kerber, tocó un nuevo mínimo el domingo, cuando fue eliminada del Abierto de Francia por la rusa Ekaterina Makarova con parciales de 6-2 y 6-2.

Kerber se convirtió con esta derrota en la primera cabeza de serie en perder en la ronda inaugural de Roland Garros desde que el tenis se convirtió en profesional en 1968. Y lo peor para la alemana fue que Makarova, número 40 del ranking mundial, fue tan superior en el juego como muestra el marcador.

Lejos de la jugadora aguerrida que la temporada pasada luchó en su camino para ganar dos títulos de Grand Slam, Kerber careció el domingo de la determinación necesaria para causarle problemas a la zurda Makarova.

La alemana de 29 años ha tenido múltiples problemas este año. Recientemente se retiró del Abierto de Madrid por una lesión en un muslo y en Roma perdió en sets seguidos ante la estonia Anna Kontaveit, una jugadora proveniente de la clasificación.