“Ella se quería separar, pero él no aceptaba y le decía que no le iba a permitir que se vaya, aunque nadie imaginó que podría pasar una tragedia semejante”, declaró un compañero de trabajo de la psicóloga Carolina Aguerre (30), quien todo hace suponer que fue asesinada por su concubino, Cristian Damián Pintos (35), el que luego se quitó la vida. De esta forma, se confirmaría la hipótesis de un femicidio, lo que se supuso desde un primer momento cuando trascendió un WhatsApp que el femicida le envió a su hermano minutos antes de suicidarse.
Se trata de un documento estremecedor y contundente, ya que si bien Pintos no confesó que mató a Aguerre, reconoció que logró confirmar que su pareja le era infiel. Tampoco mencionó la identidad del tercero en discordia, aunque sí un dato clave: “Se salva porque tiene tres hijos”. Fue lo último que dijo antes de matarse con su coche.
Así, supuestamente tras ahorcar a su pareja, el hombre condujo 60 kilómetros a toda velocidad y terminó impactando contra un paredón de piedra sobre de la ruta Nacional 14, jurisdicción de Cerro Azul.
“Hola Fabián, te dije que hoy iba a cazar… que iba a manguear al sombrero, a él no le llegue a agarrar, pero se salva porque tiene tres hijos. Por eso se salvó. Chau amigo, un gran abrazo”, se escucha en el audio que trascendió horas después del hallazgo de ambos cuerpos. Pintos y Aguerre estaban en pareja desde hacía más de diez años, pero no tenían hijos.
En tanto, allegados comentaron que la relación no estaba pasando por un buen momento. “En realidad se estaban separando, pero sin conflicto. O al menos eso parecía”, comentó un amigo de ambos, quien además mencionó que “Cristian confirmó sus sospechas porque revisó el celular de Carolina”.
Muerte rápida
El trabajo de los peritos de Criminalística permitió establecer que la discusión comenzó en el cuarto. Minutos antes de la 1.30 del último martes, Aguerre le confirmó que estaba decidida a separarse y Pintos se negó a aceptarlo.
La discusión ingresó al peor de los terrenos, ella salió por el pasillo y él la siguió enfurecido; la tomó por el cuello desde atrás, la sacudió con fuerza y la desnucó. Ante el hecho consumado subió a su coche, escapó y se quitó la vida.
La autopsia concluyó que el deceso de la psicóloga se produjo “por asfixia por fractura de cuello”, lo que confirmó la hipótesis del femicidio. “Se estableció que Pintos tomó del cuello a su pareja y la sacudió con fuerza, esto le provocó un latigazo que afectó la primera y segunda vértebra cervical, que son las mantienen la estabilidad de la cabeza sobre el cuello. Esa acción produjo una parálisis respiratoria y muerte por asfixia por compresión del bulbo respiratorio”, detalló una fuente. Además, aseguró que “la muerte fue rápida e irreversible”, por lo que la víctima no habría sufrido en agonía.
Uno de los primeros indicios sobre la culpabilidad de Pintos fue que se escapó de la escena del crimen, según declaró su propia hermana que reside en un departamento lindero. Luego trascendió el WhatsApp donde intentó justificar sus acciones.
El peor final
A simple vista el cadáver de Aguerre presentaba marcas en el cuello compatibles con lesiones de ahorcamiento, según la observación preliminar de la médica policial Luciana Vanni.
En tanto, una hermana de Pintos que reside en un departamento lindero a donde se registró el hecho declaró que alrededor de la 1.30 del martes escuchó que el coche de su hermano salió de la propiedad a toda velocidad, por lo que fue a ver qué pasaba y encontró la puerta abierta, ingresó y se topó con Aguerre tirada en un pasillo. Se encontraba sin signos vitales, por lo que su cuñada dio aviso a la Policía y minutos más tarde la médica policial constató el deceso. Así, la hermana de Pintos se constituyó en una testigo clave.
Casi al mismo tiempo, alrededor de las 2, la comisaría de Cerro Azul recepcionó un llamado dando cuenta de que a la altura del kilómetro 833 de la ruta 14, zona conocida como Picada San Jorge, había un auto incendiándose. La Policía y los Bomberos Voluntarios trabajaron en el lugar y constataron que el vehículo siniestrado era un Chevrolet Onix, dominio AB495CH, en cuyo interior había una persona calcinada. Luego, por el registro de la patente confirmaron que se trataba de Pintos.
La pareja residía en el departamento 40 del barrio Oberá 4, donde eran apreciados por todos sus vecinos. También en sus respectivos ámbitos laborales eran muy queridos y valorados, ambos gozaban del mejor concepto y nunca tuvieron problemas con sus compañeros ni patrones, aseguraron allegados.
NN por un mes
Tal como anticipó este matutino, para la Justicia de Instrucción aún no está confirmada la identidad del homicida, al menos de manera formal, ya que su cadáver quedó irreconocible por acción del fuego. Tampoco se encontraron documentos que acrediten la identidad. Por ello, el último viernes el padre de Pintos fue trasladado hacia la ciudad de Posadas para someterse al respectivo estudio de ADN. Le extrajeron sangre y el resultado se conocerá dentro de un mes.
Mientras tanto el cadáver del presunto homicida de Aguerre permanecerá en la morgue judicial como NN. Recién cuando estén los resultados genéticos se podrá confirmar fehacientemente la identidad del cuerpo hallado en el interior del Chevrolet Onix que chocó y se incendió en Cerro Azul.
Ocurre que el cadáver del único ocupante del auto quedó irreconocible, por lo que los investigadores cotejaron el registro de la patente y confirmaron que se trataba del vehículo de Pintos, con domicilio en el Barrio Oberá 4. De todas formas, para la Justicia esta circunstancia no constituye una prueba suficiente que permita acreditar la identidad del fallecido.
El deceso de Pintos se tramita en el Juzgado de Instrucción Cinco de Leandro N. Alem.
Compañero de trabajo en la clínica
A mediados de semana, el supuesto amante prestó declaración en la Seccional Cuarta, ocasión en la que habría confirmado la relación con Aguerre, aseguraron fuentes de la investigación. El sujeto, del cual se preserva su identidad por cuestiones lógicas, trabajaría en la misma clínica privada donde la víctima se desempeñaba como psicóloga clínica. Fue una propia compañera de Aguerre quien aportó el dato que permitió identificar al sujeto.La declaración en sede policial fue recepcionada como testigo, ya que nada tuvo que ver con el fatal desenlace. Lo sustancial de su testimonio acredita que Aguerre habría tenido intenciones de separarse de Pintos, al tiempo que su concubino no aceptaba la ruptura.La víctima le habría manifestado esta situación a su amigo, como también que padeció escenas de celos que se fueron incrementando en los últimos tiempos.