Unas 3.000 personas marcharon por las calles de Asunción en dirección al Congreso en protesta contra los planes del oficialismo y de parte de la izquierda de impulsar una enmienda constitucional para habilitar la reelección.
Unas 3.000 personas, entre ellas senadores y diputados de varios partidos, marcharon por las calles de Asunción en dirección al Congreso en protesta contra los planes del oficialismo y de parte de la izquierda de impulsar una enmienda constitucional para habilitar la reelección presidencial, prohibida por la Carta Magna, que provocó una fuerte tensión política y social en el país.
La marcha de anoche, que comenzó en la plaza Uruguaya, en el centro de la capital, estuvo precedida de un acto en el que participaron Efraín Alegre, líder del Partido Liberal, la mayor formación opositora de Paraguay, y el senador Marío Abdo Benítez, del ala disidente del gubernamental Partido Colorado.
Formando una gran columna, en la que también se pudo ver al ex presidente Federico Franco, del Partido Liberal, los manifestantes hicieron el trayecto hasta el Congreso, que estaba acordonado por un amplio contingente de las fuerzas de seguridad.
Durante el recorrido se escucharon gritos contra el presidente Horacio Cartes y los intentos de su partido para que prospere la enmienda y el mandatario se pueda postular a las elecciones de 2018 para un segundo mandato.
A su vez, lanzaron consignas contra los senadores favorables a la enmienda, entre los que se encuentra el izquierdista Frente Guasu, el partido del ex presidente Fernando Lugo, que también aspira a ser candidato en esos comicios, informó la agencia de noticias EFE.
La manifestación, la mayor de las organizadas hasta ahora contra la reelección presidencial, se produjo dos días después de la crisis que se vivió en el Senado, cuando 25 legisladores aprobaron un proyecto encaminado a allanar la enmienda constitucional.
Esos legisladores sancionaron un proyecto para cambiar el reglamento interno del Senado en la oficina del Frente Guasú, mientras el resto de legisladores, incluido el presidente del Senado, Roberto Acevedo, permaneció en la sala de sesiones ajeno a esa votación.
Los cambios en el reglamento aprobados por el grupo de legisladores incluyen eliminar atribuciones del presidente del Senado, como rechazar proyectos, y disminuir el número de votos necesarios para que un proyecto como el de la enmienda constitucional sea dictaminado en comisión para su tratamiento posterior en el pleno.
Ese accionar en el Senado fue también repudiado por los políticos y ciudadanos que tomaron parte en la manifestación en Asunción, que lo catalogaron de “golpe parlamentario” y de “quiebre de las reglas democráticas”.
El senador Arnoldo Wiens, de la disidencia del Partido Colorado, advirtió que su grupo y el de los opositores a la enmienda se mantienen en alerta ante la posibilidad de que el proyecto sea presentado en el Senado sin respetar el procedimiento de la Cámara, que ya lo rechazó en agosto pasado.
El Frente Guasú y el gubernamental Partido Colorado son los principales impulsores de la enmienda constitucional y han elaborado un proyecto conjunto, según reconocen.
El Partido Liberal argumenta que la enmienda es inconstitucional y alegan que la reelección solo se puede dar a través de una reforma de la Carta Magna.