Los frutos secos son fundamentales en toda dieta. Más allá de las vitaminas y nutrientes naturales que le aportan al organismo, resultan ideales para saciar el hambre que puede aparecer antes de las comidas.
Dentro de una alimentación saludable, incorporar los frutos secos -en forma controlada- será una decisión acertada para evitar caer en picoteos poco nutritivos y con consecuencias negativas para la salud y el peso de las personas. Según la American Pistachio Growers -con la certificación American Heart Association– ingerir unos 30 gramos diarios de pistachos (equivalentes a 49 unidades) sería la mejor decisión que un ser humano podría tomar para su dieta.
El último estudio de la Universidad Estatal de Pennsylvania, en Estados Unidos, aseguró que el consumo de pistachos puede ser la solución para controlar los agentes estresantes del día a día y, en concreto, para combatir el estrés laboral gracias al magnesio y el potasio que contiene.
“Incluir este producto en una dieta sana y equilibrada puede ayudar a reducir la presión arterial y las respuestas biológicas al estrés diario. En este sentido, el potasio ejerce un papel fundamental en la regulación de funciones corporales básicas como la nerviosa y la muscular. Por ello, ingerir alimentos ricos en potasio junto con agua contribuye a mantener la presión normal”, explicó el informe.
La investigación fue publicada en el New England Journal of Medicine y especificó que las personas que semanalmente siguen una dieta mediterránea con frutos secos presentan una reducción del riesgo del 30% de sufrir enfermedades del corazón, en comparación con aquellos individuos que se les aconsejó disminuir la ingesta de grasas en la dieta.
La practicidad de los pistachos permite que se los pueda incorporar en alguna ensalada o solos; crudos, asados o salteados. El estudio consideró a los pistachos como uno de los alimentos más nutritivos y beneficiosos para el organismo. También cumplen un rol importante para ayudar a reducir las posibilidades de padecer diversos tipos de cáncer y degeneración macular.
La melatonina, hormona que ayuda a regular el sueño, se altera a percibir la falta de magnesio. Es por eso que la ingesta regular de pistachos ayudaría a combatir la depresión, el estrés y la ansiedad de forma natural.
Los pistachos, al ser ricos en tiamina, contribuyen a la función normal del corazón. Siendo una fuente de hierro natural, favorecen el transporte normal de oxígeno por todo el cuerpo.
Los pistachos también tienen un alto contenido en vitamina B o piridoxina, que participa en el metabolismo de las proteínas y es necesaria para la producción de neurotransmisores como la serotonina, dopamina y noradrenalina.