Para cubrir el costo que tendrá la reforma de ganancias, el Gobierno insiste en el impuesto al juego

El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, aseguró que el costo fiscal será de $34.000 millones

Reuniones y más reuniones. El Gobierno sigue buscando consensos para que antes de fin de año, el Congreso apruebe un proyecto de impuesto a las Ganancias que funcione como un punto medio entre el primer proyecto oficial y el opositor, que fue aprobado en la Cámara de Diputados.

Con un nuevo mínimo no imponible en $27.941 para solteros y $37.000 para casados con dos hijos (y con escalas que arrancan en un 5%), el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, confirmó finalmente el costo fiscal que tendrán los cambios para 2017: 34.000 millones de pesos.

“Son $7.000 millones adicionales al primer cálculo. La mitad corresponde a las provincias pero la Nación lo va a cubrir con una decisión transitoria”, especificó en una conferencia de prensa en Casa Rosada. Esto significa que el Gobierno pagará la diferencia del costo fiscal para las provincias.

Pero el ministro fue claro: “Nos creemos muy en serio el presupuesto de la Nación. Lo tendremos que ahorrar de otra partida”. Esto significa que el dinero deberá salir de otro lado. Y bajo esa premisa, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, confirmó que sigue en pie sumar un impuesto al juego, como reclama el Frente Renovador, liderado por el diputado Sergio Massa.

“Decidimos con los gobernadores que Argentina no se puede permitir la irresponsabilidad de crear nuevos impuestos que puedan afectar la llegada de inversiones que no nos permitan crecer; hemos reinstalado el impuesto al juego, con lo cual, con otras modificaciones nos acercamos mucho al costo de la propuesta”, indicó el funcionario nacional.

El impuesto al juego alcanzaría no solo a máquinas tragamonedas sino también a las propias apuestas, y significaría una recaudación de 6.000 millones de pesos. Esta recaudación cubriría casi la totalidad -faltan $1.000 millones- del costo fiscal que se le sumó al Gobierno con los últimos cambios.

 

“No vamos a hacer un ajuste un ajuste en el medio de una situación delicada de que en Argentina. Hay un 32% de nuestros compatriotas viviendo debajo de la línea de pobreza”, comentó el ministro durante la conferencia, descartando así, por el momento, otro tipo de recorte de gasto público.