Para conocer todo sobre las pulgas

Las pulgas, esos escurridizos parásitos, pueden volverse un verdadero dolor de cabeza, en especial cuando nos referimos a la salud de nuestras mascotas. Es un insecto parasitario que se alimenta de la sangre (ectoparásito) de mamíferos y de las aves.

Las pulgas viven entre el pelaje o las plumas de sus huéspedes y pueden representar un riesgo considerable para la salud de los animales, ya sea por la trasmisión de enfermedades o cuando la infestación es abundante, por la pérdida de sangre.

No son insectos alados, sin embargo, se caracterizan por tener una gran habilidad para saltar, pudiendo surcar distancias de hasta doscientas veces su tamaño, de un solo salto. Cuando llegan a la etapa adulta pueden medir hasta cuatro milímetros y aunque en general resultan ser una molestia mínima para el portador, las secreciones salivales de la pulga pueden causar reacciones alérgicas, que se manifiestan como inflamaciones o erupciones, incluso en huéspedes humanos.

La picadura
La pulga se alimenta saltando de un lugar a otro por el cuerpo del huésped, picando diferentes zonas, de las cuales extrae su alimento. En general, en los lugares donde la pulga ha picado, aparece una inflamación con un punto rojo en el centro (que es el lugar de donde se extrajo el ectoplasma) que se produce por el ingreso de la saliva en el cuerpo.

Los animales de los que se alimentan las pulgas son muy variados, aunque solo lo hacen de animales de sangre caliente. Sin embargo, estas no dependen de un huésped exclusivo, por el contrario, cambian de huésped con mucha frecuencia a través de los saltos. Igualmente, pueden pasar temporadas muy largas antes de sentir la necesidad de alimentarse, permaneciendo prácticamente inactivas.

Cuando no están viviendo en un huésped, suelen hacerlo escondidas en el polvo, las alfombras, las sábanas, las rendijas y las grietas.

Ciclo de vida
El ciclo de vida de la pulga es muy similar al de otros insectos, iniciando el proceso a través del huevo, pasando por el estado larvario, después como una pupa para convertirse finalmente en un adulto. Este ciclo es relativamente corto o más largo, pues dependiendo de las condiciones ambientales, como la temperatura o la humedad, puede durar entre dos semanas y ocho meses. El ciclo comienza nuevamente cuando la pulga adulta pone huevos después de que empieza a alimentarse.

A lo largo de su vida adulta, una pulga puede llegar a depositar hasta 600 huevecillos, que quedan adheridos en la piel, pelaje o plumas del animal huésped y caerán al suelo en los lugares donde nuestra mascota repose.

Enfermedades
Debido a que las pulgas cambian de huésped con tanta frecuencia y se alimentan de diferentes especies animales, son portadores de un número importante de enfermedades que pueden llegar a ser muy peligrosas. Por ejemplo:

La pulga de las ratas: Puede transmitir a los humanos peste bubónica, septicemia y pneumónica primaria.

La pulga de los perros y gatos: Puede trasmitirle a los humanos peste bubónica si es consumida por accidente. También pueden causar infecciones graves que llevan incluso a la amputación de miembros. Igualmente la saliva de la pulga puede producir diferentes tipos de reacciones y producir daños en los tejidos de la piel y dermatitis.

Cómo repelerlas
Para repeler las pulgas puedes esparcir semillas de lavanda o cilantro en los lugares donde reposa tu mascota, pues este olor es desagradable para las pulgas. También puedes agregar ajo en pequeñas concentraciones al alimento de tu pequeño amigo.

Frota a tu mascota con una mezcla de aceite de oliva y esencia de lavanda, funcionará bien para evitar que las pulgas que se encuentren en el suelo salten sobre ella, además no le hará daño. Igualmente debes cepillar el pelo de tu mascota de manera constante, preferentemente una vez a la semana si es de pelo corto y dos o tres si es de pelo largo o medio.

Ten en cuenta que el baño es fundamental para mantener la higiene de tu mascota, cuidar su piel y pelaje, además de evitar la proliferación de plagas.