Los aparatos de aire acondicionado son un alivio para soportar las altas temperaturas, pero al mismo tiempo suponen un aumento del consumo de energía que se traduce en un incremento de las emisiones de CO2. Por ello encontrar la manera de aumentar la eficiencia en la refrigeración los edificios resulta clave para combatir el cambio climático. Paradójicamente, una posible solución pasa precisamente por una fuente de calor: el Sol.
La energía solar, térmica o fotovoltaica, no solo es útil para producir energía o calentar nuestro hogar. Además, puede servirnos para todo lo contrario: refrigerarlo. Generalmente existen dos métodos para realizarlo: accionar equipos de aire acondicionado a través de la energía generada por una instalación fotovoltaica o a través de un colector termosolar que regule la temperatura del edificio.
Regular la temperatura de un edificio con la máxima eficiencia es, no obstante, una tarea ardua, teniendo en cuenta la cantidad de energía que se precisa como media (el 25% del consumo de un hogar se destina a este propósito). Idear una infraestructura con cero emisiones era el objetivo de los ingenieros aeronáuticos Marie Nghiem, Yannick Godillot, Yann Vitupier y Charles Daniel, quienes habían trabajado en el diseño del satélite GOCE (Gravity Field and Steady-state Ocean Circulation Explorer, por sus siglas en inglés). Los ingenieros emplearon sus conocimientos en energía térmica de los satélites artificiales y su experiencia en la aplicación de rigurosas pruebas para idear un dispositivo capaz de refrigerar un edificio utilizando únicamente energía solar. Su proyecto, auspiciado por el Programa de Transferencia Tecnológica de la Agencia Espacial Europea (ESA), se materializó en un dispositivo comercializado por la empresa Helioclim.
“Construir una aeronave es generalmente una tarea compleja -afirma Marie Nghiem- Tiene que ser capaz de funcionar perfectamente durante al menos 15 años, con lo que la exigencia es máxima. No dejamos nada al azar, y tenemos que comprobar meticulosamente el funcionamiento de cada componente para estar seguros de que funcionará incluso en las condiciones más duras”, admite.
De esta forma, los expertos idearon un dispositivo pionero que utiliza la energía del Sol para calentar o refrigerar un circuito cerrado de agua. “Es importante destacar que no estamos generando electricidad a través de los paneles solares para accionar un aparato de aire acondicionado tradicional”, apunta Marie Nhiem. “En lugar de esto -aclara- empleamos la energía térmica del Sol para regular la temperatura del edifico”.
Actualmente existen en el mercado numerosos proyectos de instalaciones de energía solar térmica para refrigerar edificios, pero lo que hace único a esta nueva iniciativa es su capacidad para regular la temperatura del agua del circuito cerrado entre los -60 y los 60 ºC únicamente utilizando la energía del sol.