Nicolás Cabré y la China Suárez se separaron a los tres meses del nacimiento de Rufina, su hija, así que ambos criaron a la nena a solas casi desde el día cero. Afortunadamente, los papás pudieron dejar de lado los rencores típicos de una relación frustrada y mantienen un buen vínculo, aunque con sus discrepancias, pero siempre enfocado en Rufi.
En diálogo con la revista HOLA!, Cabré ahondó sobre su paternidad y su relación con la China, que actualmente está embarazada de cuatro meses. Será la única hermanita para Rufina en el corto plazo, porque el actor no tiene planes de volver a ser papá pronto.
“Cuando llegó Rufi me volví loco. Me llenó la vida de alegría. Ahora cantamos Topa todo el día, la llevo al colegio en auto, ella se baja y yo sigo escuchando esa música. Y es eso. Es la personita que me da ganas de venir al trabajo contento, la que me hace reír cuando estoy mal. Rufi puso en mí sonrisas que no sabía sacar”, reveló el actor de Cuéntame cómo pasó.
Con respecto a su ex, Cabré fue muy correcto y sincero: “Los dos construimos una relación maravillosa con Rufina, pero eso no quiere decir que siempre estemos de acuerdo. Creo que tuvimos claro que la prioridad era Rufina y nosotros aceptamos lo que éramos de una manera muy natural”.
“Nuestra hija no tiene recuerdos de la China y yo juntos, pero sí tiene recuerdos de dos personas que son amigos, que se llevan bien, que se entienden. No es que yo la llevo a su casa, la dejo y me voy. Con su madre nos quedamos hablando de lo que sea antes de despedirme. Rufi se cría rodeada de amor y no hace falta nada más. Sabe que sus padres se quieren y se respetan”, cerró el actor.