Pablo Pérez: “Me paso por bruto, no por mala intención”

El volante de Boca habló de la expulsión en el super clásico, por la patada que le dio a Balanta, y aseguró que pidió disculpas a todo el plantel y cuerpo técnico.

El volante de Boca Juniors, Pablo Pérez, expulsado en el Superclásico por pegarle una patada en el estómago al defensor riverplatense Eder Álvarez Balanta, aseguró que lo que le pasó fue “por bruto” y que no tuvo mala intención.

“Me pasó por bruto, no por mala intención y eso fue lo que le dije a Balanta. Le pedí disculpas”, explicó Pérez en declaraciones a distintos medios de comunicación, en donde contó que el lunes “le pedí disculpas a todo el plantel de Boca, y también se las pido a los hinchas” xeneizes.

“Fue una jugada desafortunada. No tuve intención de meter semejante patada. No soy un mala leche. Es totalmente loco hacer algo así a propósito, tal vez calculé mal el pique, pierdo la visión de la pelota”, añadió el jugador de Boca, que vio la roja a los 11 minutos del tiempo tiempo y fue muy criticado después del 0-0 en la Bombonera.

“No me gustó que digan que en junio me voy, no me gusta que quieran que alguien se quede sin trabajo. Acepto las críticas, pero de ahí a que quieran que me vaya en junio, no me la banco”, manifestó el mediocampista, quien de todas formas está en la lista de concentrados para el encuentro por los octavos de final de la Copa Libertadores, el jueves como visitante frente a Cerro Porteño de Paraguay, cuando podría volver a ser titular.

Sobre su relación con el técnico Guillermo Barros Schelotto, Pérez afirmó que “charlé con el cuerpo técnico pidiendo disculpas y me hice responsable de lo que pasó. ¿Cómo no se va a enojar Guillermo? Yo también me hubiese enojado. Tomé el compromiso de que estas cosas no pasen más, pero les dije que iba a respetar la decisión que tomaran”.

Además, el rosarino, de 30 años consideró que “no tengo mala leche. No pego codazos ni voy a romper. A veces los árbitros me amonestan por cualquier cosa. No me perdonan una”, al tiempo que acusó a un sector del periodismo “porque genera una especie de persecución, al punto que instalaron eso de que en cada partido me tengan que poner una tarjeta amarilla”.

“Entiendo que la gente de Boca esté caliente conmigo, pero lo voy a corregir para el equipo. Sentí tristeza por mis compañeros. Estoy arrepentido. Pero en un año le di dos títulos a la gente, no creo que me quieran colgar”, agregó Pablo Pérez.