Oxitocina encargada de aumentar la libido en hombres y mujeres

Cuando dos personas se gustan más lo que no se ve, que lo visible. Lo visible son los besos, las caricias, las miradas centradas el uno en el otro. Lo invisible es la hormona que trabaja sin descanso para el placer, la oxitocina.

La oxitocina es una sustancia bioquímica natural fabricada por las células del hipotálamo, en una parte del cerebro. Esta sustancia es enviada a la sangre por la parte posterior de la glándula pituitaria.

Se sabe que la oxitocina es liberada en la sangre durante la actividad sexual en hombres y en mujeres. Y se conocen igualmente, que es liberada en el cerebro durante la actividad sexual en animales, y probablemente en seres humanos.


Toda la oxitocina liberada en el cerebro desempeña un papel en la conducta sexual, e incrementa la libido. Aunque es verdad que algunos estudios la califican como la hormona del amor y no se ponen de acuerdo.

Ya que algunos científicos aseguran que en la hormona del amor, no hay ninguna sustancia que lo sea. Simplemente, al liberarse, puede facilitar conductas de vinculación entre sujetos, no únicamente entre hombre y mujer, sino también entre padres e hijos, o entre hermanos o individuos que se relacionen afectivamente.

Y es que, la oxitocina está relacionada, por tanto, no sólo con la conducta sexual, sino también con la maternal y la social en general.  Al liberarse, la oxitocina estimula la contracción de la musculatura lisa del organismo, por lo que facilita la dilatación del cuello del útero durante el parto, la circulación del esperma y la eyaculación masculina.

Se libera por contactos afectivos en general, no necesariamente sexuales. Por ejemplo, durante la lactancia por caricias, en situaciones de humor y empatía, al reír con sinceridad y, por supuesto, durante las relaciones sexuales también.

No se sabe si algunas personas liberan mayor cantidad que otras, o que sea mayor en algunos momentos de la vida, que en otros. Los expertos aseguran que así sea, es decir, que unas personas segreguen más oxitocina que otras y quizá más en determinados momentos de la vida donde hay más contacto afectivo, como la maternidad o el enamoramiento.

Y para finalizar, la excitación sexual depende más de hormonas sexuales como la testosterona que de la oxitocina.

Rosa Sánchez