Al menos 26 personas murieron y otras 90 resultaron heridas en un atentado suicida en un estadio de fútbol ubicado a 50 kilómetros de Bagdad, Irak. El extremista se infiltró entre los espectadores y detonó el cinturón con explosivos. El grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) reivindicó el hecho.
Entre los muertos se encuentra el alcalde de la ciudad, Ahmed al Jafayi. Además, las agencias de noticias informaron que entre los heridos hay comandantes de la milicia chií Multitud Popular y oficiales de los servicios de seguridad.
La explosión tuvo lugar mientras se jugaba un partido entre dos equipos locales. La agencia Amaq, vinculada a ISIS, anunció que el grupo extremista hizo “una operación de martirio (suicida) con un cinturón de explosivos contra una concentración de milicianos en Alejandría”.
El atentado tiene lugar casi en simultáneo con la confirmación de la muerte de Abdel Rahmane al-Qaduli, el número dos de ISIS. El Pentágono confirmó hoy que el líder del grupo extremista murió en una opera
