El holding Odebrecht pagó más de cien millones de dólares de coimas en la Argentina para hacer negocios de obras públicas. Esa información consta en documentos no oficiales del caso “Lava Jato” que la Justicia de los Estados Unidos le entregó a autoridades del actual Gobierno, según reconstruyó Clarín gracias fuentes que viajaron a ese país y a Brasil, varias veces, en busca de esa información.
Tal como había adelantado este diario el viernes en un artículo de Marcelo Bonelli, la Casa Rosada ya tiene en su poder un listado de influyentes ex miembros del Gabinete K, operadores de esos ex funcionarios, algunos muy conocidos en el mundo del poder; otros absolutamente anónimos; también empresarios del rubro; y hasta banqueros. Siempre según la versión de los “arrepentidos” de Odebrecht, fueron estas personas con cargo o llegada al poder del Estado, y al económico, los que cobraron sobornos en Buenos Aires para beneficiar a la empresa brasileña.
El documento que llegó desde el norte no es oficial, pero es una copia impactante, con sello y membrete de la Justicia de los Estados Unidos, en el que se pueden leer parte de las declaraciones judiciales que realizaron en ese país gerentes y accionistas de la constructora brasileña: confesaron cómo fue que su compañía se expandió en Latinoamérica gracias a pagos irregulares millonarios que les garantizaron el éxito financiero, hoy su desgracia. Hasta ahora, había trascendido que Odebrecht habría admitido que los sobornos que había pagado en la Argentina alcanzaban los treinta y cinco millones de dólares. Pero el cálculo real, según el paper que tienen en su poder dirigentes de Cambiemos, triplica esa cifra que alimentó la corrupción en la Argentina de los años K.
Clarín consultó sobre esta cuestión a voceros gubernamentales involucrados en la investigación de esta trama de megacorrupción. Los funcionarios nacionales no hicieron declaraciones oficiales sobre el tema, pero tampoco negaron que dirigentes del partido de Gobierno tengan en su poder los “Documentos Odebrecht”.
Marcelo Odebrecht, nieto del fundador del holding brasileño del cemento, fue condenado a diecinueve años de prisión después de relevar el método delictual con el que su empresa logró expandirse en Latinoamérica y en naciones de África.
En el mismo sentido declararon otros setenta y siete “delatores premiados” que trabajaron para esa empresa. Se trata de una figura judicial que se puede aplicar en Brasil a quienes colaboran en investigaciones de este estilo. En la Argentina no existe aún una ley que permita a la Justicia aplicar penas y multas a empresas jurídicas que participen de negociaciones corruptas con integrantes del Estado, incluso con la posibilidad de que si confiesan sus acciones también puedan beneficiarse penal o económicamente.
La empresa Odebrecht deberá pagar 2600 millones de dólares de indemnización a los Estados Unidos, Suiza y Brasil por haber cometido delitos para ganar negocios gracias al pago de sobornos. Sin embargo, según la declaración de Hidelberto Mascarenhas, ex encargado de las oficinas de la constructora dedicadas únicamente al sistema del pago de coimas a funcionarios, legisladores y otras personalidades de América Latina y de países de África, en rigor, su compañía pagó sobornos por 3370 millones de dólares solo durante los años 2006 y 2014.
El “listado” de los posibles coimeados en la Argentina, que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos dejó trascender a autoridades políticas argentinas, incluiría datos de todo tipo sobre “La Ruta de las Coimas del Cemento de Brasil”.
El “modelo” de lectura de cada una de las “delaciones premiadas” a las que habría accedido la Casa Rosada explicita información rotunda y muy específica sobre cada uno de los involucrados en ese caso, describieron a Clarín las fuentes que leyeron esos documentos, obtenidos tras diferentes viajes de funcionarios a Estados Unidos y Brasil.
Los “Documentos Odebrecht”, palabras más, palabras menos, están compuestos con este esquema: después de mencionar “al delator premiado”, se dice que “declara”, que “entregó” sobornos o pagos ilegales” a determinado funcionario (algunos de los nombres ya trascendieron), y de inmediato se detalla que eso se vehiculizó a través de una “transacción”, identificada con “número”, también “banco”, “sucursal” y “día” en que se realizó esa operación. También se identifica al sobornado en los casos en que el pago se haya hecho con una empresa “pantalla”.
El interés de la Justicia de los Estados Unidos en estas maniobras está centrado en que los millones de sobornos de Odebrecht pagados en la Argentina pasaron por entidades bancarias de ese país.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, acaba de volver de Washington y Nueva York, adonde viajó junto a funcionarios del Ministerio de Seguridad, como el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Millman; y el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco.
Según Garavano, la promesa del Departamento de Justicia para develar el “caso Odebrecht” en la Argentina se resume en dos palabras “apoyo total”.
Los documentos del “caso Odebrecht” que conoció el Gobierno sorprendieron porque la cifra de sobornos pagadas en nuestro país suma más de cien millones de dólares. Y no treinta y cinco, como se pensaba.
Algunos de los nombres involucrados en los papeles informales, pero membretados por autoridades de ese país, también sorprenderán cuando se conozcan.
Por: Nicolás Wiñazki