En la posteridad de la crisis de las hipotecas subprime, el banquero central de Estados Unidos Paul Volcker resumió con ironía lo que percibía como un rezago tecnológico allá por 2009: “La innovación financiera más importante de los últimos 20 años es el cajero automático, es realmente muy útil”.
Desde entonces, la industria de pagos transita una etapa disruptiva. La llegada del iPhone y del sistema Android ubicó computadoras en los bolsillos de los usuarios. En línea con la tendencia global, en la Argentina hoy hacen su aparición varias aplicaciones que transforman el dispositivo en una billetera móvil y permiten operar con dinero digital.
El vicepresidente del Banco Central, Lucas Llach, afirma que esa entidad ya ha dado el primer paso: elaboró el marco regulatorio. Ahora es el tiempo de que las iniciativas privadas florezcan y pueblen el ecosistema, en lo que pronosticó como una verdadera “revolución de pagos en la Argentina”.
Por ahora, las soluciones de Mercado Pago -de Mercado Libre-, Todo Pago -de Prisma- y Vinti son algunas de las respuestas recientes al llamado a la modernización. Aunque no son el único negocio, las billeteras constituyen un eslabón importante en el entorno de pagos móviles. Desde operaciones entre amigos para pagar el asado o la cancha de fútbol hasta pagos vía el celular de un café o de un corte de pelo, las apps de billeteras ofrecen servicios atractivos.
Un argentino puede usar hoy el celular para varios objetivos en lo que a obligaciones de pagos y trámites bancarios se refiere. Algunos ejemplos: recarga del celular o abono de servicios (con una foto de la factura); movimiento gratuito e instantáneo de dinero de persona a persona, y cierre de cuentas en el mundo físico con la lectura de, por ejemplo, un código QR en la caja. Si bien Mercado Pago no desglosó números, sólo entre Vinti y Todo Pago suman más de 60.000 billeteras descargadas. El número crece.
Datos de un informe de Carrier y Asociados muestran que hay cimentado en el país un público incipiente, ávido por emprender cuanto antes el vuelo migratorio hacia un hábitat sin billetes. El 30% de los usuarios de smartphonesdice que usaría el celular como medio de pago tan pronto como lo tenga disponible, mientras que el 49% lo haría cuando esté masificado el servicio. En el país circulan 26 millones de smartphones, un parque que resulta irresistible para negocios fintech.
“Hay una demanda ya predispuesta a usar la tecnología. Los millennials, jóvenes de 20 a 32 años, ya no son «los chicos»: son casi 10 millones de argentinos; muchos trabajan, tienen gastos, viven solos o en familia. Es un grupo que se crió con la tecnología y manifiesta menos temores a experimentar productos digitales. Creemos que 2017 será el año de despegue para pagos móviles”, dice Enrique Carrier, su director.
El producto de Mercado Pago puede fondearse ingresando efectivo a través de redes de pagos o quioscos adheridos. Una vez acreditado en la billetera, el usuario podrá, entre otros servicios, disponer pagos sin costos entre personas (incluso en cuotas) sólo con el mail o teléfono del destinatario, siempre y cuando también esté suscripto a la aplicación. A su vez, un convenio con Pago Fácil permite pagar servicios desde el dispositivo.
Facilitar las operaciones
“Una vez que el dinero está dentro del sistema, moverlo de un lado a otro es sencillo. En pagos, los puntos de fricción son la entrada y la salida de los fondos, algo que en sociedades bancarizadas resulta más fácil, al tener integrada una cuenta corriente o una tarjeta de crédito. En poblaciones menos bancarizadas, el desafío es facilitar los canales para hacer el cash in y el cash out“, explica el CEO de Mercado Pago, Osvaldo Giménez.
A través de la billetera, el usuario puede leer un código QR con su celular y realizar pagos instantáneos en comercios. Recientemente se lanzó un acuerdo con estaciones de servicio Axion. Con un código al lado del surtidor, el combustible se podrá abonar desde el auto en apenas dos interacciones de celular: un escaneo y una confirmación de pago.
También en la gama de pagos en el mundo físico se especializa la billetera Vinti, startupde Julián Scopinaro que inicialmente comenzó como un servicio de saldos entre amigos, por ejemplo para el pago de regalos, y que luego migró hacia pagos instantáneos en locales gastronómicos. Cuenta que tiene más de 300 comercios enlistados, a los que les cobra una comisión de 1,5%. El próximo paso: avanzar en “pagos por proximidad”, que permiten que dos dispositivos se conecten automáticamente -por ejemplo, a través de bluetooth– y se dispare la transacción con sólo acercarlos entre sí.
Esto limitaría todo lo que tiene que hacer el consumidor a una interacción: la confirmación. En esta industria, explica, simplificar apenas una capa del proceso puede hacer diferencia.
En un mercado muy competitivo, donde los proveedores de billeteras vienen de múltiples sectores, Todo Pago es la apuesta de Prisma que cuenta con el respaldo de la mayoría de los bancos comerciales. Además de un servicio de billetera que agrupa a todas las tarjetas en una misma solución para compras online, lo que evita el fill-in, la empresa provee también un servicio gratuito de transferencias persona a persona, con movimientos directos desde y hacia cuentas bancarias, accesible desde el home banking.
Estudios internacionales ubican la conveniencia y la seguridad percibidas como los factores que motivarán la transición. A medida que se migra hacia una Internet de intercambio de valor, la protección de las “computadoras en el bolsillo” se vuelve fundamental: bloquear el teléfono es una recomendación básica. Para las billeteras hay pines opcionales de identificación o bien fases de logueo con contraseña. Desde ya, explican, los datos de las transacciones viajan encriptados.
Tecnología al servicio de los pagos
Celular, el aliado
El sistema de billetera virtual funciona a través de diferentes apps que los usuarios pueden bajar a los dispositivos móviles
Cargas
La billetera puede obtener recursos desde el uso de tarjetas de crédito o cargarse en efectivo o con transferencias bancarias
Receptores
Pueden realizarse pagos de persona a persona (siempre que ambas partes usen la modalidad) y también pueden abonarse cuentas en comercios y pagarse servicios