En junio, motorizado por el empleo público, el de los monotributistas y monotributistas sociales volvió a aumentar la ocupación laboral formal. Así, en junio se registraron 31.300 ocupados formales más, de los cuales 17.800 provinieron del sector público, 10.100 del monotributo y del monotributo social, 1.300 del personal doméstico y 2.700 de empleados en relación de dependencia privados con una leve contracción entre los autónomos, de acuerdo a las cifras del Ministerio de Trabajo.
Entre los asalariados privados la construcción continuó ocupando a más gente (+6.000), mientras la industria manufacturera se achicó en otras 3.500 personas.
Con relación a un año atrás, casi se repite el mismo esquema: hay 186.400 ocupados formales más, de los cuales 102.300 son monotributistas y monotributistas sociales, 50.100 asalariados privados, 42.600 empleados del sector público, 12.000 de trabajadores de casas particulares, mientras se achicó en 17.900 los autónomos, en gran parte por el pase al régimen del monotributo.
Entre los asalariados privados, la construcción fue el segmento más expansivo ya que generó 38.700 empleos más, seguido de 11.600 del comercio, en tanto la industria manufacturera registra una contracción de 33.000 empleos y la minería, fundamentalmente petroleo, un achique de 4.500 ocupados.
El informe laboral, que se elabora a partir de los datos declarados ante la AFIP, contabiliza entre las distintas categorías 12.152.200 ocupados formales. Además, se calcular que hay poco más de 4.000.000 de asalariados y 2 millones de cuentapropistas informales.
Por su parte, el sueldo medio de los asalariados privados en junio, incluyendo el medio aguinaldo fue de $ 34.251, un 30,1 % más que un año atrás, mientras la mitad de esos trabajadores percibió menos de $ 27.938 bruto, una suba anual del 29,2%.
En base a estas cifras, Trabajo estima que el salario medio real – descontada la inflación– está recuperando lo perdido en 2016. Y que esa mejora se mantendrá en los próximos meses de la mano de la menor inflación y los ajustes de cuotas de las paritarias.
Por Ismael Bermúdez