La Argentina y el FMI llegaron a un nuevo acuerdo para fortalecer el Programa Stand-By (SBA) de 36 meses aprobado el 20 de junio pasado. El nuevo acuerdo comprende desembolsos totales por USD 57.100 millones, lo que representa un incremento de USD 7.100 millones con respecto al acuerdo previo. Además, bajo el nuevo esquema los desembolsos estarán disponibles de manera más anticipada: hasta 2019 el FMI asegurará financiamiento por USD 36.200 millones. Con respecto al acuerdo previo, se incrementa en USD 19.000 millones el financiamiento disponible hasta fines de 2019. Por último, bajo el nuevo acuerdo los fondos del programa ya no serán tratados como precautorios y estarán disponibles para su uso como apoyo presupuestario.
En el marco del nuevo acuerdo el gobierno resolvió continuar con la implementación de un conjunto de políticas orientadas al fortalecimiento de la economía argentina.
La convergencia más rápida al equilibrio fiscal primario es un paso decisivo hacia la reducción de las necesidades de financiación del gobierno, lo que robustecerá la economía argentina. Tal como está establecido en el Proyecto de Presupuesto 2019 remitido al Congreso, se prevé alcanzar el equilibrio fiscal primario en 2019, un año antes de lo previsto en el anterior acuerdo. Asimismo, en 2020 se alcanzará un superávit primario de 1,0% del PBI.
Se reforzará el compromiso del Banco Central con la reducción de la inflación. El Banco Central adoptará un régimen de política monetaria más contundente, en el cual se hará un control estricto sobre el crecimiento de los agregados monetarios. Además se mantendrá la libre flotación del tipo de cambio, aunque con intervenciones bajo lineamientos que serán anunciados oportunamente por el BCRA.
Finalmente, como parte del compromiso presente en el acuerdo inicial de proteger a los sectores más vulnerables, se acordó que el gasto en asistencia social deberá mantenerse por encima 1,2% del PBI. Hay que destacar que el acuerdo prevé un incremento de hasta 0,2% del PBI en la asignación presupuestaria para el gasto social de ser necesario.
Esta serie de medidas cuentan con el pleno respaldo del FMI, ya que es un plan consistente y sostenible económica, social y políticamente, que tiene como objetivo continuar re-estableciendo el orden macroeconómico.