Nueva tendencia en los quirófanos. Operarse el ombligo?

El número de pacientes que piden modificar esta zona del cuerpo aumentó.

Imagen Ilustrativa

Operarse para lucir mejor es algo que se populariza año tras año. Así lo demuestra las estadísticas: el sector de la cirugía estética crece el 8% a nivel mundial. Las zonas que más quieren modificarse suelen ser los pechos, la cola, la nariz o panza. Pero ahora existe una nueva tendencia, arreglarse el ombligo.

El número de personas que quiere modificar esa zona del cuerpo aumentó de forma considerable recientemente. De hecho, algunas pacientes acuden al consultorio del cirujano estético con la fotografía del ombligo de alguna celebrity.

El procedimiento que cambia la forma, el tamaño, y/o la posición del ombligo se llama umbilicoplastia. Es una cirugía relativamente simple que se lleva a cabo bajo anestesia general o local y suele durar aproximadamente una hora.

Motivos para operarse:
Las razones para someterse a este tipo de cirugías son diversas. A veces, las intervenciones surgen como parte de otras cirugías relacionadas con el abdomen, como es el caso de la abdominoplastia (reposicionamiento del ombligo).

A algunas personas no les gusta el aspecto que le queda al ombligo si se cierra un piercing previo, o presentan problemas con la forma, posición o tamaño del mismo desde el nacimiento, o como consecuencia de algún trauma, accidente o cirugía defectuosa en el pasado. También aquellos que tienen una pequeña hernia que pueda sobresalir como un bulto.

Asimismo, puede deberse a las consecuencias del embarazo. Aunque en ese caso se debe esperar al menos medio año después del parto para saber a ciencia cierta cómo quedó, porque es el tiempo que el abdomen tarda de media en recuperar su aspecto.

Otro motivo es la pérdida de peso significativa, porque se producen excesos de piel y descolgamiento, por lo que el ombligo pierde su forma original.

Riesgos:
Si bien, generalmente no se producen grandes complicaciones, toda cirugía lleva implícito unos inconvenientes y riesgos. Algunos efectos secundarios y riesgos posibles son:

– Infección en la cicatriz.

-Inflamación y/o hematomas.

– Mala cicatrización.

– Pérdida de sensibilidad.

– Asimetría.

– Dolor y/o hinchazón.

Según datos de los cirujanos de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP) este tipo de intervención es mucho más habitual en mujeres, ya que tanto el ombligo como el resto del abdomen se ven afectados principalmente tras los embarazos.