A pesar de los tintes apocalípticos de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, existe un movimiento que parece irreversible: la lucha contra el cambio climático. Y esa lucha que parece exclusivamente ecologista puede ser el mayor vuelco que el sistema haya vivido en décadas. La Cumbre del Clima de París (COP21) confirmó por primera vez un cambio de paradigma mundial: ya no se discutió sobre la existencia o no existencia del cambio climático, si no de cómo enfrentarlo. Incluso, con un compromiso a 4 años de EEUU que no se podrá romper fácilemente.
Ahora se celebra en Marrakech la COP22, una cumbre que tiene la oportunidad de revisar el estado de los compromisos de París y ponerlos en ejecución.
En la reunión del año pasado en París el cambio climático se aceptó como un hecho científico irrefutable. Las resoluciones de la cumbre sentenciaron la muerte de un sistema productivo basado en la explotación del medioambiente y dependiente de los combustibles fósiles.
Y no solo por un tema ideológico, sino también económico: miles de empresas, grandes corporaciones y fondos de capital se están moviendo hacia la inversión en nuevas tecnologías y respetuosas con el medio ambiente, porque es lo único que va a ser económicamente rentable. La destrucción paulatina del planeta solo beneficia a algunos pocos, como a los conglomerados energéticos. Pero a largo plazo, beneficia a muchos más.
Los resultados de la COP 22 en Marrakech serán sustanciales para cumplir los siguientes objetivos:
1. La reunión de París puso sobre la mesa el ambicioso objetivo de que l a temperatura del planeta no superase los 2 grados en los próximos años, para reducirla hasta 1,5 en 2018. La nueva cumbre de Marrakech pretende aumentar el compromiso de los países y revisar qué se ha hecho hasta ahora.
2. La COP22 también será clave para concretar cómo se gestionarán los 100.000 millones de dólares que los países ricos se han comprometido a dar a los países en vías de desarrollo para que puedan cumplir sus objetivos climáticos sin prejuicio de su crecimiento económico.
3. La cumbre tiene también el objetivo de paliar el estado de emergencia en el que se encuentran algunos países por los efectos del cambio climático. Puede ser la gran oportunidad para que se concreten las vías de actuación de la comunidad internacional sobre los daños más inmediatos.