La ex presidente Cristina Kirchner publicó hoy en sus perfiles de Facebook, Twitter y su página oficial una carta con ocho puntos en los que intenta desmentir la existencia de una reunión secreta en la Quinta Presidencial de Olivos entre ella, el juez federal Sebastián Casanello -que la investiga por la denominada “ruta del dinero K”- y su socio en los negocios familiares, Lázaro Báez.
Sin exponerse a una entrevista o a la posibilidad de una pregunta, la ex primer mandataria volvió a usar sus redes sociales para dar su versión sobre los múltiples rumores que se acrecentaron la semana pasada, sobre su actuación en torno a la investigación de la causa que más compromete a la familia Kirchner: la “ruta del dinero K”.
El escrito busca desmentir la versión que dio la familia Báez sobre dos hechos inquietantes: que Cristina Kirchner, Casanello y Báez se reunieron en Olivos antes del cambio de gobierno y que el día del arresto del empresario patágonico de la obra pública hubo cerca de 40 llamados entre el juez que iba a ordenar el arresto y Santa Cruz.
Con críticas y acusaciones a los jueces, a los medios y a los opositores, la ex presidente respondió a las acusaciones con menciones directas a su sucesor, Mauricio Macri, hipótesis sobre confabulaciones para perjudicarla y victimización. “Soy objeto de la más feroz campaña de persecución política mediática y judicial, de la que se tenga memoria en las últimas décadas. Solo comparable a la que sufrieron otros Presidentes, comprometidos con el bienestar del pueblo y los intereses de la Nación”, dijo. Pero no hubo menciones específicas sobre los planteos que hizo la familia de su socio en los negocios inmobiliarios.
El siguiente es el texto de la carta
Ante la publicación en algunos medios de difusión sobre: “reuniones secretas” realizadas, durante mi gestión, en la residencia de Olivos con algún miembro del Poder Judicial, considero un deber y por lo tanto una responsabilidad institucional comunicar que:
1.-
Nunca hubo “reuniones secretas” durante mi gestión con miembros del Poder Judicial, ni en la residencia de Olivos, ni en ninguna otra parte.
2.-
Las únicas reuniones que mantuve en la Jefatura de Gabinete de Olivos, con miembros del Poder Judicial no fueron secretas (por otra parte algo casi imposible en la Argentina), y se realizaron, únicamente, con miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Y con los Dres. Sesin y Sarrabayrouse.
3.-
En efecto, por obvias razones de carácter institucional, he mantenido reuniones con el Dr. Lorenzetti, con la Dra. Highton de Nolasco y los Dres. Zaffaroni y Petracchi. La llevada a cabo con los otros dos magistrados fue con motivo del envío, oportunamente, de sus pliegos al Senado de la Nación, para completar la integración de la Corte.
4.-
No acostumbro a estar desmintiendo cada una de las barbaridades que cotidianamente se publican, o dicen distintos personajes ante un micrófono o una cámara de televisión. Fue y es una conducta que observe durante mis dos mandatos. Y ante las denuncias más inverosímiles, como por ejemplo: la de que no soy abogada, que ya va por el cuarto expediente judicial, el último se inició hace pocos días. Tal vez deba solicitar que el titulo me lo otorgue la facultad de Comodoro Py. Por qué dicen algunos que ahí, sí saben.
Lázaro Báez, el empresario que está preso por lavado de dinero y al que le encontraron propiedades por 700 millones de pesos, saliendo junto a Cristina y Máximo Kirchner del Mausoleo de Néstor Kirchner, en Río Gallegos.
5.-
Pero que alguien o algunos letrados, como estrategia de defensa judicial, pretendan vincularme con un juez de Comodoro Py, es absolutamente inaceptable. Sobre todo cuando el juez es, nada menos que el Dr Casanello. Sí, el mismo que absolvió a Mauricio Macri en la causa de las escuchas ilegales, al día siguiente que asumiera como Presidente, sin que a nadie se le moviera un pelo. Francamente tragicómico, si no estuviéramos hablando de las principales instituciones de la Republica, de las que tanto les gusta hablar a algunos, para después aporrearlas.
6.-
El Dr. Casanello a quien no conozco, ni nunca vi en mi vida, es el juez que tiene a su cargo la investigación del mayor escándalo de corrupción internacional de los últimos tiempos: los mundialmente conocidos como “Panamá Papers”. Que tiene como protagonista principal en la Argentina al Presidente de la Republica Mauricio Macri, sus familiares, sus funcionarios y sus amigos. Este escándalo que a nivel internacional ha provocado la renuncia de primeros Ministros, Ministros y distintos funcionarios en otros Países, no ha movido en la Argentina el amperímetro judicial, ni tampoco el del Parlamento.
¿Alguien puede siquiera imaginar que hubiera ocurrido en el Congreso Nacional, si “Panamá Papers” hubiera ocurrido durante mi gestión. Y los protagonistas hubiéramos sido mi gobierno, mi familia y mis amigos?
Lo que vimos en Brasil con la compañera Dilma Russeff (sic) hubiera sido apenas una película para niños.
7.-
Ni que hablar de cómo se está desarrollando la causa “Panamá Papers” en el otro Poder: el Judicial. Si cualquier ciudadano compara la actividad, literalmente espectacular y cinematográfica del Dr. Casanello, en alguna otra causa: con centenares de allanamientos televisados, casas fotografiadas y hasta perforaciones “en tiempo real” en medio de la estepa Patagónica, le resultara muy difícil entender la opacidad y secretismo en la causa “Panamá Papers”.
Pero más difícil le resultara aun vincularlo con mí persona. Aunque en “el planeta” Comodoro Py, todo es posible.
8.-
He sido, soy y seguiré siendo objeto de la más feroz campaña de persecución política mediática y judicial, de la que se tenga memoria en las últimas décadas. Solo comparable a la que sufrieron otros Presidentes, comprometidos con el bienestar del pueblo y los intereses de la Nación. Que, desafortunadamente, fueron muy pocos.
No me quejo. Sé que es el precio que tenemos que pagar “los que le hicimos creer” a la gran mayoría de los argentinos que tenían derecho a vivir mejor.
Cristina Kirchner participó durante su gobierno de un acto con Martín Báez, el hijo de Lázaro Báez, de inauguración de un modesto club deportivo denominado Boca, actualmente cerrado y sin actividad.