En su primer intento había alcanzado una marca que no lo conformaba: 78,99 metros. Pero él sabía que podía dar más. Y así lo hizo.
Braian Toledo avanzó a la final de lanzamiento de jabalina en los Juegos Olímpicos de Río 2016 gracias a un tiro de 81,96 metros, su mejor marca del año. De esta manera, el joven de 22 años se metió entre los doce atletas que disputarán la final el sábado.
“Estoy muy emocionado, no venía teniendo muy buenas competiciones. Estaba trabajando bien en los entrenamientos, pero no se daban buenos resultados”, dijo el argentino.
Junto con el garrochista Germán Chiaraviglio, Toledo se convirtió en el segundo deportista nacional en llegar a la final en unos mismos Juegos, hazaña que Argentina no lograba desde Helsinki 1952.