El Ártico vuelve a estar en la preocupación de los científicos. Ahora una parte del mismo se vio afectada por una extraña nieve rosa o nieve sandía. Este color se debe a las algas que viven en ella y las mismas estarían contribuyendo al deshielo de los glaciares en el Ártico.
Un estudio del Centro de Investigación Alemán de Geociencias, en Potsdam, y la Universidad de Leeds (Reino Unido) estarían preocupados por el efecto de estas algas que antes habían sido subestimadas. Según el informe, en el transcurso de una temporada de fusión han medido una reducción del 13 por ciento del albedo causada por las floraciones de algas de nieve.
El fenómeno de la nieve de color rosa o rojo se presenta principalmente en los meses cálidos. Durante finales de la primavera y el verano, se forman delgadas capas de agua de deshielo sobre la nieve y hielo, tanto en el Ártico como en zonas de montaña en otras latitudes. El agua líquida y la luz solar son cruciales para el crecimiento de las algas de nieve, que durante el invierno caen en un estado latente. Por tanto, a mayor calentamiento, más deshielo y, en consecuencia, un mejor caldo de cultivo para estas algas.
Para estar alertas, un equipo internacional trabajará este verano en la plataforma helada de Groenlandia donde se está produciendo un récord en el ritmo de deshielo por culpa de las altas temperaturas para comprobar in situ en qué medida las algas pigmentadas contribuyen a la fusión.