Un niño chino de 10 años se escapó de casa y pasó 24 días solo vagando por campos y bosques, un tiempo en el que se alimentó a base de bayas o carne de serpiente y hasta se curó de unas fiebres con un tónico elaborado por él mismo, revela el diario South China Morning Post.
El menor, apellidado Miao, se fugó de su hogar en Xuanwei (centro) el 29 de junio, después de que su padre le pegara, y se fijó como meta de llegar a pie hasta la ciudad de Chongqing, situada a unos 800 kilómetros de su casa, para buscar trabajo.
En las más de tres semanas que pasó solo no pudo recorrer más que un centenar de kilómetros, pero mostró una capacidad de supervivencia prodigiosa, siendo capaz de cazar serpientes y asarlas a la barbacoa, o de atrapar pescado en los ríos sólo con una bolsa de plástico.
Algunas noches le tocó dormir en el remolque de un camión, en pajares o al raso, sin otro colchón que una pila de hojas, y para ganar algo de dinero se dedicó a la recolección y venta de cartones y botellas de plástico.
En su camino se encontró con un celular que vendió por 30 yuanes (poco más de 80 pesos argentinos, dinero que empleó en comida, una birome y un cuaderno en el que comenzó a escribir un diario de sus aventuras.
Miao contó a los periodistas que nunca aceptó la ayuda de extraños, que le ofrecían comida o alojamiento gratis al verlo solo y desharrapado. También aseguró que durante su periplo no robó nada a nadie.
Aunque no pasó excesivo miedo y durmió de un tirón cada noche, según cuenta, hubo momentos difíciles en los que contrajo diarreas y fiebres, cuyos síntomas curó al hervir agua con bayas silvestres, un remedio que dijo haber aprendido de prácticas tradicionales del campo.
La escapada de Miao terminó el 23 de julio, cuando la policía aprehendió al niño y lo llevó a una comisaría local, donde avisaron a los padres, quienes tras el feliz reencuentro prometieron que no volverían a pegar al chico a cambio de que éste no intentara nuevamente vivir por su cuenta campo a través.