A pesar de que ella llevaba tres meses con muerte cerebral, su bebé nació sanito y salvo. El hecho ocurrió en Portugal, donde una mujer embarazada de 17 semanas, tras sufrir una hemorragia intracerebral, entró en estado de muerte cerebral.
Cuando los médicos comprobaron que el feto estaba en perfectas condiciones de salud, decidieron proseguir con la gestación con el permiso de la familia. De esta forma, el mismo se encargó de que naciera luego de estar dentro del cuerpo de su madre unas 15 semanas tras su muerte cerebral.
“La madre fue una incubadora viva y donó su cuerpo a su hijo”, dijo el presidente de la Comisión de Ética del Centro Hospitalario de Lisboa Central, Gonçalo Cordeiro Ferreira, en una conferencia de prensa.
El bebé nació mediante cesárea a las 32 semanas de gestación en un parto sin complicaciones y pesó 2,350 kilogramos. La obstetra que llevó el caso, Ana Campos, señaló que durante los 107 días de la gestación en estado de muerte cerebral se administró el soporte hormonal y nutricional necesario para mantener las funciones de los órganos de la madre.
El bebé está internado en la unidad de cuidados intensivos del centro y, por el momento, su estado de salud no presentó ninguna complicación. Su nacimiento supuso un “hecho inédito en la medicina portuguesa”, ya que se habían dado casos de hijos nacidos tras dos o tres semanas de gestación con la madre en muerte cerebral, pero nunca durante un periodo tan largo.
