El próximo 3 de diciembre a las 9 de la noche el artista Maxi Pardo ofrecerá un concierto en el Teatro Sony (Cabrera 6027). Pero no será un show convencional, ya que tendrá un sector especial para personas completamente sordas (hipoacúsicas bilaterales profundas).
Lo que esos asistentes al show usarán es una suerte de “dedal”, desarrollado en la Argentina por el Centro Argentino de Medios Alternativos de Comunicación (Camac). El dispositivo, llamado Sevitac-D, consta de un micrófono, que se lleva en la solapa, y está conectado a un emisor de vibraciones, que el usuario lleva en el dedo. Toma el sonido ambiente (en este caso, la música del show) y lo traduce en vibraciones específicas para que la persona hipoacúsica pueda detectarlo.
“Lo interesante es que la yema del dedo índice tiene la sensibilidad necesaria para discriminar frecuencias”, dice el ingeniero Luis Campos, su inventor. “Así como un ciego puede leer con Braille, se puede usar el tacto como una suerte de conductor de sonido”. Es para hipoacusia bilateral profunda o quienes no pueden usar implantes cocleares; y aunque es más limitado, no requiere de operación alguna. Otras personas con problemas auditivos más leves pueden probar con uSound, una aplicación para Android hecha por un grupo de estudiantes jujeños.
En el país son 29 las personas que, según Campos, usan el Sevitac-D, este dedal de desarrollo casero con el que, según su creador, podrán sentir la música en unos días. Las personas hipoacúsicas interesadas en asistir al show (gratis) anotándose en la página de Maxi Pardo.