Umberto Eco falleció en su domicilio, indica la edición digital del diario La Repubblica, que contactó con la familia. El escritor llevaba tiempo aquejado de un cáncer.
Umberto Eco nació el 5 de enero de 1932 en la ciudad de Alessandria, en la región italiana de Piamonte, justo en el centro del triángulo entre Génova, Milán, Turín. De pequeño, él y su madre, Giovanna, se mudaron a un pueblito en la ladera piamontesa durante la Segunda Guerra Mundial.
Eco recibió una educación salesiana y, de hecho, en varias de sus obras se hace referencia a la orden y su fundador. Su apellido es supuestamente un acrónimo del ex caelis oblatus(latín: un regalo de los cielos), que fue dado a su abuelo (un expósito) por un funcionario de la ciudad.
Se doctoró en Filosofía en la Universidad de Turín, con L. Pareyson. Su tesis versó sobre “El problema estético en Santo Tomás” (1956), y su interés por la filosofía tomista y la cultura medieval se hace más o menos presente en toda su obra, hasta emerger de manera explícita en su novela El nombre de la rosa (1980).
Umberto Eco, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, publicó su primera novela en 1968. Este trabajo, titulado La estructura ausente, lo llevó a la publicación de su obra más completa sobre semiótica: Tratado de semiótica general, impresa por primera vez en 1975.
Sin embargo, el escritor italiano no alcanzaría la verdadera fama ante el gran público hasta 1980, con la publicación de las más conocida de sus novelas, El nombre de la rosa, que obtuvo varios premios y fue llevada al cine. Otra de sus obras más conocidas es El péndulo de Foucault, de 1988.
Umberto Eco ha escrito numerosos ensayos sobre semiótica, estética medieval, lingüística y filosofía, así como novelas de éxito.
Según detalla Europa Press, la carrera de Umberto Eco está plagada de premios y reconocimientos anteriores al Príncipe de Asturias. Eco es doctor en Filosofía por la Universidad de Turín y trabajó en programas culturales de la RAI desde 1954. En los primeros años de la década de los años 60, trabajó como profesor agregado de Estética en las universidades de Turín y Milán.
Participó en el llamado Grupo 63, con la publicación de ensayos sobre arte contemporáneo, cultura de masas y medios de comunicación. Entre estos trabajos, se encuentran el conocido ensayoApocalípticos e integrados de 1965 y Opera aperta.
También fue durante años catedrático de Filosofía en la Universidad de Bolonia, en la que puso en marcha la Escuela Superior de Estudios Humanísticos, conocida como la “superescuela”. Esta iniciativa está destinada a difundir la cultura internacional y dirigida a licenciados con un alto nivel de conocimientos. También fue fundador, y era el actual secretario, de la Asociación Internacional de Semiótica.