Una de cada tres personas en el mundo vive con bajo nivel de desarrollo humano y las más perjudicadas son las mujeres por “la exclusión y la falta de empoderamiento que sufren”, alertó hoy Naciones Unidas al presentar su Informe Mundial sobre Desarrollo Humano 2016 desde Estocolmo, Suecia.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a cargo del estudio global, mostró que si bien entre 1990 y 2015 el promedio de desarrollo humano mejoró “considerablemente”, una de cada tres personas continúa con índices de “pobreza relativa” y “determinados grupos sufren desventajas sistemáticas”.
En el caso de las mujeres, el informe señala que, aunque las disparidades mundiales de género “se están reduciendo lentamente, los patrones arraigados de exclusión y falta de empoderamiento siguen siendo un problema acuciante”.
Según el estudio las mujeres son “más pobres, ganan menos y tienen menos oportunidades en la mayoría de los aspectos de la vida que los hombres”.
“En 100 países, se ven legalmente excluidas de ciertos empleos por razón de su género, y en 18 países necesitan la autorización del marido para trabajar, además de que persisten prácticas como la mutilación genital femenina y el matrimonio forzado”, detallaron.
Y continuaron: “Es posible erradicar la pobreza y lograr un desarrollo sostenible, pacífico y justo para todas las personas si se eliminan las normas sociales y leyes discriminatorias arraigadas y persistentes y se acaba con la desigualdad de acceso a la participación política, problemas que impidieron avanzar”, afirmó la administradora del PNUD, Helen Clark.
En América Latina y el Caribe, en tanto, “las mujeres también son tradicionalmente desfavorecidas porque asumen la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado, lo que les deja poco tiempo para desarrollar una carrera profesional e incorporarse al mercado laboral”, señaló el documento.
“Este Informe muestra que las vulnerabilidades son acumulativas. Una mujer rural e indígena a quien no se le reconozca el derecho a la tierra, por ejemplo, enfrentará una combinación de desventajas”, confirmó Jessica Faieta, directora regional del PNUD para América Latina y el Caribe.
Asimismo, las mujeres sólo ocupan el 28 por ciento de los escaños parlamentarios en la región y conforman únicamente el 37 por ciento de los legisladores y altos funcionarios, indicaron.
En tanto, el informe también hizo un llamamiento por las “numerosas amenazas físicas y psicológicas” que sufren las mujeres en la región y citó que en Colombia se producen “alrededor de 100 ataques con ácido al año”.
Si bien el PNUD reconoció las problemáticas que enfrentan las mujeres en el mundo, también resaltó que “el empoderamiento de la mujer se convirtió en una cuestión trasversal” e informó que en la década del 90 “muy pocos países protegían legalmente a la mujer de la violencia doméstica, mientras que en la actualidad lo hacen 127 países”.
“El empeño de no dejar a nadie atrás debe definir cada acción que emprendamos como comunidad global, el principio de inclusión debe guiar nuestras decisiones de política”, aseguró en ese sentido el primer ministro sueco, Stefan Löfven, durante la presentación oficial del informe.