La expectativa que había generado la pronta ratificación del Acuerdo de París se nubló a poco de comenzar la Cumbre de Cambio Climático (COP22) de Marrakech cuando se supo que Donald Trump había sido elegido presidente de Estados Unidos.
Anteayer, con una declaración política internacional que pretende marcarle la cancha a la incierta estrategia climática estadounidense, el cuerpo de delegados presentes en esta ciudad aclaró que el proceso de reducción de emisiones contaminantes sigue en marcha, pero tiene sabor a poco.
Y aunque no hubo avances sustanciales en temas de financiamiento y adaptación, se mostró voluntad política de cumplir con lo prometido en diciembre pasado.
“Nadie puede detener la historia”, dijo Salaheddine Mezouar, ministro de Relaciones Exteriores de Marruecos, que preside esta cumbre.
Fue él quien, antes del cierre y de la bienvenida al próximo encuentro en Bonn en 2017, anunció anoche la Proclama de Marrakech, por la que unos 200 delegados reclamaron “de forma urgente” la necesidad de elevar la ambición de los países en la lucha contra el cambio climático que, según han destacado, vive un “impulso irreversible”.
Carlos Gentile, subsecretario de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable en el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Argentina, opinó: “Esta COP cumplió con su mandato básico de organizar el trabajo para los próximos cinco años, pero no pudo ir más allá”.
La Argentina, que no forma parte de ningún grupo de negociación en materia climática, participó de este encuentro junto con Brasil y Uruguay en una posición conjunta.
Hasta ayer, 111 países habían ratificado el Acuerdo de París de diciembre pasado que comenzó a funcionar tempranamente el 4 de este mes; en él los países se comprometen a reducir la emisión de gases contaminantes para 2020.
Sin embargo, aunque todos cumplieran no lograrían detener el aumento global de la temperatura en 2°C, sino que llegaría a 2,7°C. Según los expertos, superar el límite de 1,5°C para 2100 implicaría pérdidas irreversibles para algunos ecosistemas.
La Proclama de Marrakech hacen un llamamiento “al más alto compromiso político” para combatir el cambio climático como una prioridad “urgente”, y apela a una “fuerte solidaridad” con los países más vulnerables a los impactos del calentamiento.
Financiamiento
En cuanto a la financiación, llaman a aumentar el volumen, el flujo y el acceso a la financiación para proyectos climáticos.
En este sentido, los países desarrollados reafirmaron en Marrakech su “meta” de movilizar 100.000 millones de dólares anuales, y piden “más acción y apoyo climático mucho antes de 2020”.
Una de las grandes deudas que tiene el proceso es el dinero que se destina para las políticas de adaptación al cambio climático, que son aquellas que apuntan a la resiliencia.
Según las cifras que se conocieron en esta reunión apenas suman el 25% de la inversión. Para mitigación, medidas que pretenden bajar las emisiones como transformar la producción de energía ascienden al 75 por ciento.
Inercia
Enrique Maurtua Konstantinidis, especialista en cambio climático de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, dijo: “La COP de Marruecos debe acompañar el momento de inercia que dio la ratificación temprana del Acuerdo de París. Aunque muchos pasos se dieron en la dirección correcta (procesos, daños y pérdidas, y algo de financiamiento) todavía falta que en los próximos años los números sean más claros y que los países realmente puedan aumentar la ambición en los próximos dos años. Los países mostraron que el Acuerdo de París será implementado sin importar las dificultades”.
Desde los países en vías de desarrollo también hubo una señal: un grupo de 47 Estados, entre los que no está la Argentina, se comprometió a impulsar políticas ciento por ciento de energías renovables.
“El mundo está finalmente viendo la urgencia de una acción climática colectiva. La reunión en Marrakech concluyó al mismo tiempo que los científicos confirmaron que 2016 será el tercer año consecutivo más caluroso de la historia, y que un negacionista del cambio climático fue elegido para la Casa Blanca. Pero vemos surgir liderazgos desde muchas direcciones”, dijo Payal Parekh, directora del Programa Global de 350.org en referencia al anuncio.
Fiji asumirá la presidencia anual de la COP el año que viene, pero por temas logísticos la conferencia tendrá lugar dentro de doce meses en la sede de la conferencia de Naciones Unidas para el cambio climático en Bonn (Alemania).
Las claves de la COP22
Proclama
El documento llama de manera urgente al más alto compromiso de los Estados para combatir el cambio climático
Solidaridad
Además pide que los países desarrollados se muestren solidarios con aquellos más vulnerables a los efectos del calentamiento global
Ratificación
Los Estados poderosos destinarán 100.000 millones de dólares al año
COP23
La presidencia recayó en Fiji, pero por cuestiones logísticas se realizará en Bonn, Alemania
Por: Laura Rocha