Las amenazas de un paro quedaron justamente en eso, en amenazas. El consejo directivo de la CGT Azopardo, que lidera Hugo Moyano, resolvió impulsar una jornada nacional de protesta como respuesta al veto contra la ley de cepo laboral. La fecha aún no se definió; la modalidad: la instalación de ollas populares en las principales plazas del país.
“Hay gente a la que no le alcanza el sueldo”, advirtió el líder camionero. Y enfatizó: “Hay que definir la fecha y llevar ollas populares a las plazas para que la gente que tenga necesidades venga a comer”.
La decisión del moyanismo va a contramano de la huelga que planean las dos CTA, que buscaron comprometer a las otras centrales obreras. Moyano rehazó cualquier presión. “A nosotros nadie nos dice lo que tenemos que hacer”, lanzó al cabo del encuentro en el que se adoptó la decisión.
Omar Plaini, secretario de prensa de la CGT y titular del gremio de canillitas, explicó que en “los próximos días se determinará la fecha” de esa protesta, ya que el objetivo es lograr la adhesión de las CGT Alsina y Azul y Blanca.
“La conducción de la CGT analizó el veto presidencial, la situación política, económica y social del país y la marcha del proceso de unidad del movimiento obrero. Más allá de la facultad institucional que asiste al primer magistrado, su decisión de vetar causó malestar en el sindicalismo”, afirmó Plaini.
“No se habló de paro. Esta es la propuesta de la CGT Azopardo. Las CTA tendrán la suya. Esta iniciativa es contundente. Cuando haya que convocar otro tipo de medidas se analizará”, abundó.