Focalizarse menos en el ejercicio estructurado y más en generar períodos frecuentes de movimiento disfrutable durante el día. A eso apuntan los resultados de nueva investigación realizada en adultos mayores con sobrepeso.
Según el estudio, publicado en la revista Obesity de la Sociedad de Obesidad (TOS) de Estados Unidos, ese cambio de actitud contribuirá con una mayor probabilidad de lograr beneficios para la salud que puedan mantenerse a largo plazo.
Es el primer estudio en demostrar que moverse con frecuencia durante el día produce una pérdida de peso similar a corto plazo y un mejor mantenimiento a largo plazo comparado con una gran cantidad de caminatas aeróbicas en cinta.
Esta investigación es relevante para los médicos y otros proveedores de atención médica interesados en apoyar la pérdida de peso a largo plazo entre los adultos mayores”, dijo uno de los autores, el doctor en Jason Fanning, del Departamento de Salud y Ciencia del Ejercicio la Universidad de Wake Forest.
Según Fanning, el trabajo también es relevante para los adultos mayores que están interesados en perder peso y evitar el aumento.
En el estudio participaron 183 hombres y mujeres estadounidenses, de entre 65 y 85 años. Todos con obesidad o sobrepeso severo. La hipertensión y la artritis fueron las comorbilidades más frecuentes y autoinformadas.
El reclutamiento se realizó en seis tandas entre 2016 y enero de 2019, y el seguimiento final se completó en septiembre de 2020.
Se pidió a todos los participantes del estudio que adoptaran una dieta baja en calorías para ayudarlos a perder peso. Además, les asignaron una de tres recomendaciones: hacer ejercicio aeróbico, moverse con frecuencia durante el día (algo llamado “sitless”, es decir, sentarse menos), o ambas cosas.
Aquellos que siguieron el programa de ejercicio aeróbico tuvieron que caminar a paso ligero durante más de tres horas al día, durante cuatro o cinco veces por semana.
A los que fueron asignados con el régimen llamado “sitless” les pidieron que hicieran conteos de pasos moviéndose a lo largo del día. Buscaron que la actividad se distribuyera de manera uniforme y que evitaran largos períodos de quietud.
Todos los participantes recibieron un monitor de actividad al menos dos semanas antes del inicio de la intervención. Y el dispositivo se conectó a una aplicación de salud móvil que se adaptó a cada brazo.
Después de seis meses, los participantes del grupo de dieta y ejercicio aeróbico perdieron alrededor de 8 kilos en promedio, mientras que los del grupo de dieta y “sitless” bajaron un promedio de 7 kilos, al igual que los que se sometieron a los tres regímenes.
Sin embargo, un año después, los participantes del grupo de dieta más ejercicio recuperaron alrededor de 4 kilos del peso perdido en promedio, mientras que los de los dos grupos “sitless” recuperaron alrededor de 2 kilos, según los investigadores.
Las conclusiones
“Esta es una evidencia alentadora de que moverse más y con más frecuencia es beneficioso para la pérdida y mantenimiento de peso para los adultos mayores”, indica el informe.
“Esta opción de tratamiento puede percibirse como más accesible para las personas que buscan una pérdida de peso sostenida, ya que no requiere sesiones de ejercicio estructuradas”, dijo Alexandra Lee, becaria postdoctoral en el Departamento de Kinesiología de la Universidad Estatal de Pensilvania, quien no estuvo asociada con la investigación.
“La simplificación de la guía con respecto al ejercicio para ‘moverse más, con más frecuencia’ para mantener la pérdida de peso es prometedora para la práctica clínica y los esfuerzos de salud pública en el futuro”, cerró Lee.