Mónica Ayos relató el calvario que sufrió con su ex marido, Mario, el papá de su hijo Federico. La actriz contó que su ex le pegaba mientras estaba embarazada al punto de que pensó que podría perder el bebé, que la violó y que intentó hacer lo mismo con su mejor amiga.
“Yo creía que él iba a cambiar. El hijo que tuvimos lo queríamos, era fruto del amor y habíamos soñado con una familia”, comenzó su relato la actriz en Los ángeles de la mañana, al referirse a su primer matrimonio, cuando tenía 19 años.
“Recibí muchas golpizas durante el embarazo, pensé que podía perderlo, no tenía cobertura médica, fue un parto difícil y estuve internada mucho tiempo”, contó sobre el momento en el que esperaba a su primer hijo Federico, en el año ’92. Dijo que no tenía a quién recurrir porque sus padres estaban de gira, además de que no quería preocuparlos ya que por esos meses había muerto su medio hermano.
Luego del nacimiento de su bebé, su ex le prometió que no tomaría más, para lo cual vivía prácticamente encerrado en su casa y con la plata justa. La mejor amiga de Mónica, Alejandra, los ayudaba llevándoles comida y algo de dinero, fue justamente ella quien de alguna manera la salvó.
“Esto termina con mi amiga quedándose en mi casa y él intentando tener relaciones con ella a la fuerza. Fede era bebé y ya había pasado el episodio en el que él me revoleaba un zapato en la cara que le cayó al nene en la cabeza. Ese día escucho que Ale dice ‘no, no, no’, entonces voy, lo agarro y le digo ‘a mi amiga no’. Sabía que se veía una hecatombe, media más de un metro ochenta”, contó.
En ese momento, su pareja empezó a pegarle y ella sólo atinó a pedirle a su amiga que se llevara al bebé: “Se fue en pantuflas con Fede, lo dejó con su mamá y volvió a mi casa con la policía. En ese ínterin, él ya había amenazado con un cuchillo a un vecino que había tocado timbre para ver qué pasaba”. El hombre la amenazó a ella también, por lo que cuando los efectivos indagaron en el asunto, ella les dijo que no pasaba nada.
Aquella noche fue un antes y un después: “Ahí dije, ‘lo tengo que sacar de mi vida’. Le pedí plata a mi abuela, saqué un pasaje para Chile, de donde él era, y volví a mi casa con mi mejor cara, diciéndole que debía estar nervioso y que estaba bueno que fuera a ver a su familia. ‘¡Qué bueno!’ me dijo y se despidió de Fede, yo por dentro pensaba que no lo iba a ver nunca más”.
Los golpes no fueron los únicos episodios violentos que protagonizaron. Luego del nacimiento de su hijo, él la violó: “Fue después de la cesárea, a dos días de estar en casa. El médico me había dicho que tuviera cuidado porque mi útero estaba mal, él me violo, no se cuidó. Sabíamos que no podía quedar embarazada, que mi útero podía estallar, que era algo muy peligroso, que si quedaba había que hacer un raspaje por protocolo”.
Nunca más volvió a ver a Mario. Sabe que él la buscó, pero que como ella se había mudado y aún no era conocida no pudo encontrarla, hasta que un par de años después, su hijo comenzó a necesitar respuestas sobre su historia.
“Cuando Fede empieza a crecer, a los tres años empieza a tartamudear. Yo me preguntaba qué pasaba, si algo no le faltaba era amor. Fuimos a la psicóloga, él no tenía imagen paterna. Ahí empezamos a hablar de su papá, le dijimos que estaba en otro país, que estaba un poco enfermo. Apenas empezó a saber, comenzó a hablar bien”, recordó.
A los cuatro años de su hijo, ella se enteró que su ex se había suicidado: “Fue de casualidad porque mi mamá y mi papá estaban haciendo un show en Nueva York y se encuentran con un tío de él, que les contó que se había quitado la vida”.
En ese momento, la actriz le contó a Fede que su papá había muerto, pero que había sido un accidente: “Hasta que una vez se me escapó. En segundo grado me llamó la maestra para decirme que les habían pedido a los chicos que contaran algo y que él dijo ‘mi papá prendió las hornallas, dejó el gas abierto y se murió’. En ese momento no sé qué dije del suicidio y él me preguntó, ‘¿cómo, no había sido un accidente?’ Mi hijo fue grande desde chiquito”.
Mónica logró rehacer su vida, está en pareja desde hace 18 años con Diego Olivera con quien tiene una hija, Victoria, de 13. Hoy su hijo sabe toda la verdad sobre su papá e incluso la actriz guardó unas cartas que él les envió antes de quitarse la vida, pero que Fede aún no leyó.