En este marco, más del 40% del gasto presupuestario se concentra en la provincia que gobierna María Eugenia Vidal, a la que se asignó un 22%, y en segundo lugar, el distrito que comanda Horacio Rodríguez Larreta, con un 20%.
Le siguen Córdoba, provincia a la que se asignó un 4,5%, y en cuarto lugar Santa Fe, con un 4,3%.
En tanto, el 25% del gasto no tiene una asignación provincial específica, mientras que hay 12 provincias (la mitad de las jurisdicciones), a las que tomadas en conjunto se asigna menos del 10% del gasto.
Sin embargo, el informe aclara que considerar solamente la asignación del gasto agregado no permite establecer una medida relativa relevante, “ya que las provincias en nuestro país presentan una marcada heterogeneidad en cuanto a la población”.
Si se toma el promedio del gasto por habitante proyectado con asignación en provincias, el ordenamiento provincial es muy diferente. En este caso, el ordenamiento del gasto por habitante muestra que en CABA se asignan gran parte de los gastos del nivel nacional del gobierno, cuestión lógica por constituir la capital del país donde funcionan la mayoría de las dependencias federales.
Aquí se puede apreciar el cambio en el ordenamiento provincial. Provincias que figuran entre las últimas en el listado de participación en el gasto total, como Tierra del Fuego o Santa Cruz, se ubican ahora como las más favorecidas considerando el gasto por habitante de dichas regiones. Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba quedan en este indicador por debajo del promedio.