La pregunta sobre sí la pornografía puede afectar la satisfacción de sus consumidores fue la disparadora de una investigación realizada por las Universidades de Indiana y de Hawai, que analizó los datos de 50 estudios que incluyeron colectivamente más de 50.000 participantes de 10 países.
El trabajo, que fue publicado en la revista Human Communication Research, concluyó que mirar estos materiales no estuvo vinculado al bienestar personal del espectador. Además consumirlos con frecuencia se asoció con menores resultados de satisfacción en los hombres.
Los autores suponen que mirar videos porno afecta la felicidad de los hombres en sus relaciones sexuales y para acompañar esta afirmación manejan dos hipótesis. Por un lado, la infelicidad de los adeptos a estos materiales podrían deberse no al contenido de los filmes, sino el hecho de apelar a ellos porque no se sienten satisfecho.
La otra teoría radica en que los hombres, más que las mujeres, tienen miedo de no estar a la altura para emular las performances de los actores triple X.
Al contrario de los varones, la pornografía parece no afectar la felicidad de las mujeres.
