El ex jefe del Ejército César Milani declaró ante el juez federal Daniel Rafecas y se defendió por la acusación de enriquecimiento ilícito que pesa en su contra. “Objetamos las pericias y presentamos pruebas documentales”, indicó en la puerta de los Tribunales de Comodoro Py.
Milani dijo que los estudios que realizaron los peritos de la Corte “son falsas” e intentó justificar su patrimonio por una “herencia” de propiedades en Córdoba, de donde es oriundo, y un “préstamo” de un amigo suyo de la fuerza.
El militar declaró durante cuatro horas en compañía de su abogada defensora Mariana Barbitta, en la causa en que está imputado de presunto “enriquecimiento ilícito”. Milani fue interrogado sobre el origen de su patrimonio, en el cual destaca una residencia de 1.150 metros cuadrados en la calle O’Higgins N° 3636, en el barrio La Horqueta, San Isidro.
“La casa la compré con mis bienes, con mi patrimonio”, sostuvo en una rueda de prensa en la que estuvo muy nervioso. “Por eso es que el departamento que tenía en Belgrano, en la calle Moldes, ya no es más parte de mi patrimonio. Y tampoco está más el dinero producto de la venta de ese departamento, que lo tiene el señor Barreiro”, explicó, en referencia al dinero que le prestó su amigo, el ex mayor Ernesto “Nabo” Barreiro.
Milani explicó que el préstamo que le hizo Barreiro, antiguo jefe de torturadores de la prisión clandestina de La Perla, fue breve y sirvió para comprar la casa que actualmente posee en San Isidro. “Fue hasta que yo vendiera el departamento que tenía en Belgrano o algunas de las propiedades que tenía en Córdoba”, señaló, en referencia a sus movimientos financieros y al lugar de donde sacó el dinero para comprar su casa.
En ese sentido, el ex jefe del Ejército dijo que “la pericia miente cuando dice que yo no puedo mantener a mi familia”. El militar aseguró que siempre pudo solventar los gastos de su familia gracias al usufructo de las propiedades que tiene en Córdoba, su provincia natal, y al sueldo del Ejército que tuvo durante su carrera.
