En el último tramo de la maratónica sesión en el Senado en la que se aprobó el pago a los holdouts, el jefe del bloque PJ-Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto fue contundente al indicar su postura. Argumentó que votó “por la afirmativa” porque consideró “fundamental resolver esta cuestión pendiente con rapidez e inteligencia, haciendo un aporte para el país”.
El legislador inició su discurso de 50 minutos aclarando que su bloque votó “en un ejercicio de libertad individual, con posiciones respetables de cada uno”.
Pichetto recordó a Cristina Kirchner para fundamentar su apoyo a la ley impulsada por el macrismo: “Ella pidió que había que construir una buena oposición, con un marco de responsabilidad y que no hay que atentar pensando en lo peor”.
El legislador reivindicó a Néstor y Cristina Kirchner al señalar que sus gobiernos “han tenido un compromiso de pagar las obligaciones, han construido un rumbo. La presidente construyó un camino donde el esquema de desendeudamiento era el eje central para normalizar la situación de la Argentina”.
En ese sentido, arremetió contra quienes aseguran que la ley aprobada implica un nuevo endeudamiento para el país: “Anoche yo miraba por TV que en un canal de noticias se decía que la Argentina volvía a endeudarse. Están equivocados. Tienen un problema de formación. La Auditoría General de la Nación tiene registrada la deuda. En el cierre de cuentas de 2014 era 11.532 millones de dólares (NdR: se refiere a la deuda judicializada en los EEUU).No es una nueva deuda. Lo que estamos haciendo es emitir bonos a 10 y 30 años para conseguir efectivo y tratar de resolver el tema de la deuda. No aumentarla”.
El senador continuó diferenciándose de otros compañeros de su bloque que votaron en contra del acuerdo, y advirtió: “Es mucho más complejo para el país no acordar que acordar. Si no acordamos, el proceso de aceleración de deuda va a aumentarse de manera exponencial. El problema no es sólo pagarle a estos bonistas. La realidad es que tenemos que recuperar la capacidad de pago para los acreedores reestructurados que están esperando porque desde el 30 de junio de 2014 que no cobran. Tienen paciencia pero no son tontos”.
Luego, Pichetto aprovechó este debate clave para dejar un mensaje netamente político:“Debemos tener políticas de construcción de consensos y de acuerdos”. Minutos más tarde, insistió: “El Gobierno tiene un parlamento con una mayoría en contra pero hay que encontrar los caminos, el diálogo y la política institucional responsable“.
De todos modos, aprovechó la ocasión para apuntar contra las subas en las tarifas de luz, agua y gas: “El ministro Aranguren actúa como médico pero en realidad es un carnicero que agarró un cuchillo y puso un ajuste que impacta muy fuertemente en los trabajadores. ¿Cómo llegan esas personas a fin de mes? Hay que repensar lo que están haciendo”, reclamó.
Sobre el final de su exposición de 50 minutos, sorprendió al relatar que tuvo “una lealtad indisoluble con mi gobierno hasta el último minuto, pero la presidente cuando se fue nos dijo que tratemos de ayudar a gobernar. Y bueno, he recuperado la capacidad de pensar, reflexionar y decir lo que realmente pienso. Ya no estoy atado por las obligaciones que me determinaban el hecho de ser gobierno”.
Para cerrar, Pichetto advirtió: “Vamos a darles el aval, pero espero que negocien bien. No pueden cambiar las condiciones económicas de los acuerdos”.