Lionel Messi se levantó el 14 de abril de 2016, un día después de la eliminación de la Champions League frente a Atlético de Madrid, aún destrozado. El máximo objetivo de la temporada se les había escapado. No tenía ganas de nada. Llegó displicente al baño, prendió la luz y se quedó un instante contemplando su rostro en el espejo. El reflejo le devolvía una seriedad que no había visto en todo el año. También un brillo rojizo, casi imperceptible. Era su barba, que aprovechó el descuido emocional del crack para salir a la luz. Leo miró su máquina de afeitar, volvió a observarse al espejo y pensó: “Quizás me afeite mañana”. Pero ese mañana nunca llegó.

La Pulga y Barcelona lograron cicatrizar al menos un poco, la herida producida por la derrota internacional con dos títulos locales: la Liga de España y la Copa del Rey. En ambas celebraciones, el N°10 lució una barba ya perceptible para el ojo ajeno. Apenas llamaba la atención, pero el se sentía cómodo y a gusto. Después, llegaron los viajes a la Argentina, de nuevo a Barcelona y finalmente a los Estados Unidos. Pero Leo jamás definió ese mañana y su nuevo look se intensificaba, como los comentarios en las redes sociales. Hoy, mientras se disputa la Copa América, ya es un tema de estado para la selección argentina.

messi barba01

“Si me saco la barba, me matan”, sentenció Messi después de su gran actuación frente a Panamá, encuentro en el que jugó poco más de 30 minutos y en el que marcó tres goles, o golazos. Contra Bolivia, su segundo partido en el certamen y el tercero del equipo (Leo no participó en el debut frente a Chile porque se recuperaba de una lesión intercostal), estuvo lejos de su mejor versión, pero le sirvió para sumar minutos antes de los cuartos de final. Claro, la barba volvió a ser una pregunta obligada en la atención con los medios. “Hay varios que están ahí con barba y corte de pelo… Se dio así y ahora hay que bancarla hasta el final”, se limitó a decir la Pulga en diálogo con TyC Sports.

Con el paso de los días, y con el argumento de los buenos resultados, esta cábala se extendió a varios jugadores del plantel. Incluso, Messi se le impuso a Sergio Agüero, su amigo y compañero de habitación. “Estamos todos comprometidos, je. Leo me dijo ‘vamos a dejarla para ver qué onda’. Y bueno, vamos a dejarla, je. Hicimos el pacto con él y acá estamos”, confesó el Kun. Pero, ¿se anima a recortarla? “Ahora me la dejé unos días y vamos a ver cómo crece”.

Muchas veces, los futbolistas no son libres de tomar decisiones sobre sus imágenes. Que sean las caras de marcas de ropa o que tengan exclusividad con ciertos productos, como fragancias o accesorios, los condiciona a la hora de mostrarse en público. Es recordado el episodio que sufrió Messi hace algunos años, cuando fue grabado en un restaurante tomando una gaseosa de otra marca a la que representaba y casi pierde un contrato millonario. El revuelo por su barba también genera un problema de marketing, ya que Leo es una de las personalidades que representan a una famosa marca de afeitadoras (recomendamos ver el comercial que protagonizó junto a Roger Federer).

arg-panama12

Por eso, para esa marca no fue un tema más. Si bien apoyan el nuevo look del crack, tienen una sola exigencia: que esté prolija. “Nosotros apoyamos el lema de que todos los hombres se expresen a través de su estilo personal, sea cual sea. Cuando se apoderan de su imagen, contagian seguridad. Preferimos la barba bien cuidada y la imagen alineada. Sin embargo, entendemos todas las diferencias en estilo y apoyamos todas las elecciones en cuanto a imagen”, le dijeron desde la empresa a LA NACIÓN. Nadie lo va a decir, aunque quedó claro en las imágenes: Messi emprolijó su barba entre el partido con Panamá (estaba más tupida, como sin cuidado) y el de Bolivia (se la vio recortada). ¿Habrá tenido que ver su contrato?

Las cargadas también rodearon el debate sobre la barba de Messi. Pero no sólo en el las redes sociales, sino también en la intimidad del seleccionado. “La barba se usa en todo el mundo ahora. Leo lo está copiando a Otamendi”, bromeó Marcos Rojo la semana pasada, durante una conferencia de prensa. “De la barba no tengo nada para decir. Como dijo Marcos, es lo que se usa ahora. Leo tomó la decisión y me parece bien”, agregó Nicolás Gaitán, quien reemplazó a Messi en los primeros partidos.

A dos días de los cuartos de final frente a Venezuela, Messi está entusiasmado. Ya no quedan en él resabios del aquel tropiezo deportivo con Barcelona. Sí permanece su barba. Es curioso: llegó sin avisar durante los días más oscuros y ahora todos quieren que se quede para disfrutar días de gloria.