Menstruación y sexo: ¿compatibles?

No hay contraindicaciones médicas para evitar las relaciones sexuales durante esos días, pero es importante mantener pautas de higiene y no bajar la guardia anticonceptiva. El deseo puede bajar por varias por razones.

Muchas mujeres no tienen ganas de tener relaciones durante el período de menstruación. O porque no les gusta o porque les duele la panza, no son pocas las que prefieren esquivar el sexo en aquellos días en que, según rezaba una vieja publicidad, “todo molesta y fastidia”. Pero, ¿es así? ¿O es simplemente un tabú? ¿La menstruación y el sexo son compatibles?

“Para empezar, hay algo fundamental: que se respeten los gustos y las ganas. No hay reglas generales en estos temas, y cada uno debe hacer lo que desea en función de su deseo”, subraya la médica ginecóloga Sandra Magirena. El tema es clave: la libertad de decidir cuándo, cómo y de qué manera queremos tener relaciones. A partir de ahí, todo lo demás.

Si ambos están de acuerdo, no hay contraindicaciones médicas para tener relaciones. Aunque es conveniente tomar algunos recaudos en términos de higiene.

“En caso de querer tener relaciones, es importante usar siempre preservativo cuando la mujer está menstruando, porque el cuello del utero suele estar más permeable y, por lo tanto, se favorece el ascenso de gérmenes desde la vagina”, explica Magirena. “También se puede usar un diafragma mientras se tiene relaciones y sacarlo al terminar, porque eso hace que no salga tanta sangre durante el coito”.

Destaca la ginecóloga que el tema de la anticoncepción no queda descartado durante esos días: “es importante recalcar que aunque estés menstruando tenés que cuidarte del embarazo, porque hay riesgo”.

Respecto a las ganas, como los niveles de progesterona bajan durante la menstruación, la libido también desciende y el deseo se apaga un poco. “Algunas mujeres podrían ver modificado su humor antes o durante la menstruación y eso a veces puede ser favorable o no (algunas mujeres están más irritables por las fluctuaciones en el nivel de estrógenos), pero lo conductual manda: es decir, dependerá de las creencias de cada mujer y de cómo ella viva culturalmente el hecho de menstruar –apunta Magirena–. Si le da asquito o le da confianza porque cree que no se va a embarazar, también influye en las ganas”.