Con el objetivo de reducir “las barreras de la burocracia y los costos de armar una empresa”, avanzó este miércoles la denominada ley de emprendedores. La iniciativa del oficialismo logró la media sanción en la Cámara de Diputados.
El proyecto que ahora deberá debatirse en el Senado también tuvo el aval del Frente Renovador, el bloque Justicialista y el Frente para la Victoria: sumó 189 votos a favor, 7 en contra y hubo 9 abstenciones.
El objetivo es crear las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS). Se trata de una figura jurídica que facilitaría la apertura de una empresa en 24 horas a través de internet, con constitución de CUIT y apertura inmediata de la correspondiente cuenta bancaria.
A propósito, el miembro informante del oficialismo, Facundo Garretón, destacó que la creación de las SAS “facilita la burocracia y el acceso al capital para los emprendedores”.
Además, la iniciativa busca establecer beneficios impositivos para las inversiones de capital, cuyos aportes podrían ser deducidos del impuesto a las Ganancias, bajo ciertos requisitos. El texto también incluye la creación de un Registro de Instituciones de Capital Emprendedor y un Fondo Fiduciario para el Desarrollo del Capital Emprendedor (FONDCE) para financiar emprendimientos e instituciones junto con el sector privado.
Advertencias de la oposición
A pesar del apoyo mayoritario, la oposición hizo algunas advertencias. Marco Lavagna, diputado e integrante del equipo económico del Frente Renovador, aclaró: “Esta ley es una herramienta que sirve, pero tenemos que tomar consciencia de que la Argentina no está bien. Es necesario que el Gobierno rectifique parte de su política económica”. En ese sentido, Facundo Moyano alertó que “las políticas de importación están matando a las pymes”.
Desde el Justicialismo dieron el visto bueno al proyecto aunque también coincidieron en subrayar esa situación: “Ni las pymes ni los emprendedores van a poder desarrollarse si el gobierno nacional no cambia las condiciones en el mercado interno”, indicó Pablo Kosiner.
Por su parte, Axel Kicillof apoyó el proyecto aunque relativizó sus beneficios al criticar “la idea de que simplemente fomentando el emprendedorismo la Argentina va a crecer”.