El homicidio sucedió poco antes de las 20 en paraje Guabiroba.
María D.C. (62) avisó a la Policía y llevó a los uniformados hasta donde estaba tendido el cuerpo sin signos vitales de su hijo Marcelo Viera Núñez (28), sobre un camino de tierra.
El fallecido presentaba heridas de arma de fuego en el rostro, el cuello y el tórax, ocasionadas por perdigones de una escopeta.
Cuando los detectives llegaron al lugar estaba junto a la víctima el autor, su hermanastro Carlos L. M. (24), quien estaba ingiriendo una bebida alcohólica (aparentemente caña). Fue inmediatamente detenido.
Los investigadores determinaron que horas antes (presumiblemente alrededor de las 17.30), los hermanastros se habían encontrado en el mencionado lugar y habían tenido una discusión. Carlos habría ido hasta la casa de su padre en busca una escopeta calibre 36 y al volver efectuó un disparo contra la humanidad de Marcelo.
En el marco de la investigación del hecho, la Policía Científica secuestró la escopeta calibre 36 con un cartucho percutado para las correspondientes pericias.
De acuerdo al informe médico policial, Marcelo Viera Núñez presentaba heridas compatibles con perdigonadas. De todos modos se dispuso autopsia.
Mientras prosigue la investigación del hecho, Carlos D.L. ya está a disposición de la Justicia.
