Atiende el celular Javier Zanetti desde algún punto del planeta. El vicepresidente de Inter vive en los aeropuertos. Se ríe, se ríe con ganas cuando escucha del otro lado de la línea telefónica que su récord como el futbolista que más veces defendió la camiseta de la selección argentina empieza a tambalear. Esa franca felicidad retrata su nobleza y su amistad con Javier Mascherano. Su plusmarca de 145 encuentros con la mayor estará a salvo un tiempo más, ¿pero cuánto más? Quizá hasta el año próximo… el Jefe jugará su partido N° 130 frente a Uruguay. Y lejos de sentirse un fracasado, está muy orgulloso de su carrera.
“Lo recuerdo de pibe, era el mismo… Había que frenarlo, para él no había prácticas ni amistosos con la selección. Escuchaba todo el tiempo, pero también preguntaba, quería saber cada día un poco más”, agrega Zanetti. Se conocieron en 2002, en el Mundial de Corea-Japón, porque Mascherano viajó al Lejano Oriente como sparring. El Jefe debutaría en la mayor de la mano de Bielsa en 2003 y luego, junto con Zanetti, recorrieron la selección hasta 2011. Javier I dejó la selección a los 38 años y Javier II anda por los 32. El volante de San Lorenzo ya advirtió que tiene fecha de vencimiento: Rusia 2018, que sería su cuarto Mundial.
Después del encuentro con Uruguay, a la Argentina le quedarán otros 11 cruces por las eliminatorias. Y para 2017 están previstos algunos amistosos en un par de ventanas internacionales. Si Mascherano mantiene su ritmo de asistencia. tiembla Zanetti. Ahora, si se contabilizan todas las categorías de la selección, entre amistosos y torneos oficiales -Sudamericanos, Mundiales, Preolímpico y Juegos Olímpicos-, Mascherano suma otros 75 partidos y su dimensión se vuelve única: nadie en la historia lució más veces la celeste y blanca a bastones. Zanetti y Mascherano, la singular historia de dos “perdedores” que están muy orgullosos.